Política monetaria

El BCE mantiene los tipos y considera "prematuro" debatir sobre su bajada

El tipo principal, así, seguirá en el 4,5%, mientras que la facilidad de depósito se quedará en su máximo histórico del 4%

Christine Lagarde, presidenta del BCE.

Christine Lagarde, presidenta del BCE. / EP

Pablo Allendesalazar

El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener los tipos de interés de referencia de la zona euro sin cambios por tercera vez desde octubre. Lo contrario hubiera sido una sorpresa: los inversores y los analistas lo daban por descontado y estaban más pendientes de que la institución pudiera dar nuevas pistas sobre el esperado inicio del ciclo de bajadas de tipos. Sin embargo, su presidenta, Christine Lagarde, ha evitado concienzudamente verter excesiva luz al respecto. "Todo lo que puedo decir es que el consenso en torno a la mesa del consejo de gobierno esta mañana ha sido que era prematuro discutir recortes de tipos", ha sostenido.

De forma significativa, la alta funcionaria francesa ha sido menos explícita de lo que fue la semana pasada, cuando fijó por primera vez un plazo para el posible primer recorte: el verano, y no la primavera como esperaba buena parte del mercado. Así, ha asegurado que "mantiene" ese comentario, pero también ha precisado que se refería a lo que dijo, no a lo que se ha interpretado que expresó. Es importante, ya que entonces dio más importancia de la que probablemente le han dado los inversores a que la bajada de tipos es solo "probable" y dependerá de que no se produzcan sorpresas negativas en la senda a la baja de la inflación por factores como los salarios, los márgenes empresariales, los precios de la energía y las cadenas de suministro mundiales.

El BCE, así, sigue empeñado en moderar las expectativas del mercado sobre las rebajas de tipos, unas previsiones que explican la subida de las bolsas de las últimas semanas del año pasado. Los inversores esperan actualmente que la autoridad monetaria recorte sus tipos en unos 1,8 puntos porcentuales (desde el actual nivel del 4-4,5%) en el transcurso de los próximos dos años, con la mayor parte de las bajadas concentradas en el segundo semestre de 2024. A la autoridad monetaria le preocupa, porque esta expectativa ha provocado que los tipos del mercado -como el euríbor al que están ligadas las hipotecas- se anticipen y comiencen a bajar, lo que suaviza las condiciones de la financiación de la zona euro y, con ello, dificulta la lucha contra la inflación.

Interpretaciones dispares

La prueba de que el mensaje de Lagarde ha sido bastante ambiguo este jueves es la particular disparidad de interpretaciones que ha provocado entre los analistas. A modo de ejemplo, Robert Schramm-Fuchs, de Janus Henderson, ha sostenido que Lagarde "ha dejado la puerta firmemente abierta a un inicio del ciclo de recortes de tipos en abril". Para Felix Feather, de Abrdn, "los recortes están en camino", pero no sabe "con certeza cuándo se producirán". Y Konstantin Veit, de Pimco, ha estimado que "el riesgo sigue sesgado a una flexibilización (de la política monetaria) algo posterior y menos agresiva que la prevista en las expectativas del mercado para este año".

Lo que ha dicho la presidenta del BCE al respecto ha sido que en el consejo de gobierno ha habido "consenso" en que tienen que "seguir dependiendo de los datos, en lugar de fijarse en ningún tipo de calendario en particular". Los datos son, efectivamente, la clave: buena parte del mercado estima que la reducción de la inflación y la debilidad de la economía obligará al organismo a recortar tipos antes de lo que apunta. Pero Lagarde lo ha matizado: "Necesitamos haber avanzado más en el proceso desinflacionario antes de que podamos tener suficiente confianza en que la inflación realmente alcanzará la meta (2%) de forma oportuna y sostenible". 

Indicadores clave

El BCE, así, ha destacado que es "probable" que la economía de la zona del euro se haya "estancado" en el último trimestre de 2023. De hecho, su vicepresidente, Luis de Guindos, apuntó hace unos días que incluso podría haber caído, con lo que se cumplirían los criterios para una recesión técnica (dos trimestres de decrecimiento intertrimestral). Sin embargo, Lagarde ha sostenido que hay "múltiples" formas de definir una recesión y ha apuntado que una pequeña caída de la economía con una tasa de paro baja como la actual no sería considerada una recesión en Estados Unidos. También ha subrayado que algunos indicadores adelantados apuntan a una recuperación del crecimiento en el futuro cercano. 

En marzo, el banco central revisará sus previsiones y tendrá más información para tomar decisiones. Sin embargo, el organismo está particularmente pendiente de los datos sobre la renegociación de salarios que se están produciendo y de saber si los beneficios empresariales son o no capaces de absorber dicha subida sin repercutirla a sus clientes. Su presidenta, en este sentido, ha apuntado que hay indicios de que las alzas de los sueldos se están estabilizando. Con todo, tendrá más información entre abril y junio, es decir, justo los meses en que las apuestas del mercado estiman que comenzará a bajar los tipos, según lo optimista o pesimista que sea cada inversor.

La expectativa de que el BCE comience a rebajar los tipos oficiales ha provocado que el euríbor se reduzca desde el 4,16% de octubre al 3,679% de diciembre. Ello ha provocado que las cuotas de las hipotecas a tipo variable con revisión semestral ya hayan comenzado a bajar y, de continuar la tendencia, las de revisión anual lo harán en los próximos meses. El tipo medio de las nuevas hipotecas contratadas en diciembre, por su parte, también bajó el mes pasado del 3,86% al 3,79%

El interés medio de los nuevos depósitos, paralelamente, sigue subiendo poco a poco (del 2,44% al 2,57%), ya que los bancos comenzaron a aumentar su remuneración más tarde. Estas tendencias deberían proseguir si el banco central baja los tipos, pero el proceso será más o menos rápido en función de cuándo comience el banco central a rebajar el precio del dinero y a qué ritmo lo haga.