El juez decreta el concurso voluntario de la noveldense Intermarmor

La firma, que llegó a superar el centenar de trabajadores, ya solo tiene algo más de una veintena

Las instalaciones de la compañía en Novelda, en una imagen de archivo.

Las instalaciones de la compañía en Novelda, en una imagen de archivo. / Áxel Álvarez

David Navarro

David Navarro

Ya es oficial. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Alicante ha decretado el concurso voluntario de acreedores de la firma noveldense Intermarmor, que llegó a ser una de las compañías más importantes del sector de la piedra natural en el foco productor del Medio Vinalopó. Los propios responsables de la empresa comunicaron hace unas semanas a la plantilla su intención de recurrir a esta figura, ante la delicada situación por la que atravesaba el negocio, que le había llevado a una situación de insolvencia.

Como es habitual en estos casos, el juzgado ha establecido la intervención de las facultades de administración de la compañía por parte de sus gestores y ha nombrado a la firma especializada Cuatroele Concursal SLP como administrador, tal y como recoge el edicto publicado es miércoles en el BOE.

De hecho, los nuevos responsables ya han contactado con los representantes del personal y han adoptado como primera decisión enviar a casa a buena parte de la plantilla con un permiso retribuido, ante la falta de carga de trabajo que registra la empresa, lo que provocaba que los empleados permanecieran en las instalaciones de la firma sin actividad, según ha señalado el secretario general de Hábitat PV Alacant Sud de CC OO, Miguel Ángel Mira.

Las instalaciones de la compañía, en una imagen de archivo.

Las instalaciones de la compañía, en una imagen de archivo. / Áxel Álvarez

A partir de la publicación en el BOE se abre el plazo de un mes para que los acreedores de Intermarmor comuniquen los créditos impagados que poseen de la compañía.

Historia

Fundada en 1968, Intermarmor es en la actualidad propiedad de una familia de empresarios de origen libanés que ostentan su participación en la firma a través del Grupo Characo. La compañía llegó a en funcionamiento hasta tres fábricas de elaboración de piedra natural en Novelda y en el año 2017 facturaba más de 26 millones de euros, con unos 110 trabajadores empleados.

Sin embargo, en los años siguientes la firma registró una caída de facturación, que se agravó con la pandemia, cuando sus ventas apenas superaron los 12 millones. A pesar de que en 2022 logró remontar estas cifras y obtuvo una cifra de negocios de 17,7 millones de euros, la compañía no pudo esquivar las pérdidas y cerró el ejercicio con 891.000 euros de números rojos. La mayor parte de sus ventas se producen en el extranjero, hasta 14,4 millones de euros, frente a los 3,3 millones que consigue en el mercado nacional.

Por su parte, la plantilla se ha ido reduciendo en los últimos años hasta que en la actualidad ya apenas la conforman algo más de una veintena de trabajadores. Desde CC OO apuntan que la actividad de la compañía ya era muy reducida y que los empleados están la mayor parte del tiempo sin trabajo.

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