Desafíos y soluciones

Métodos de potabilización del agua

El acceso a agua potable segura es un derecho fundamental para todos los seres humanos. Sin embargo, solo el 0,4% del agua en el planeta es apta para el consumo humano. Por lo tanto, es crucial implementar métodos efectivos de potabilización del agua para garantizar su calidad y disponibilidad

Día Mundial del Agua

Día Mundial del Agua

Sara Carnicero

La potabilización del agua desempeña un papel fundamental en la promoción de la salud pública, la prevención de enfermedades, el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente. A través de procesos de tratamiento adecuados, se eliminan los contaminantes presentes en el agua cruda y se garantiza que el agua sea segura para el consumo humano. La potabilización del agua implica el tratamiento por diferentes métodos para cumplir con las normas y regulaciones establecidas por cada país.

Coagulación y floculación

El primer paso en el proceso de potabilización del agua es la coagulación y floculación (proceso mediante el cual pequeñas partículas de un líquido se unen para formar masas agrupadas más grandes). En esta etapa, se agregan productos químicos como sulfato de aluminio para promover la formación de floculantes más grandes que ayudan a agrupar las partículas presentes en el agua y facilitan su posterior eliminación. Después, el agua pasa a través de diversos medios de filtración para eliminar partículas finas, sólidos suspendidos y microorganismos. Algunos de los medios de filtración más comunes son la arena, el carbón activado y las membranas semipermeables. La desinfección es un paso crucial en la potabilización del agua. Se utilizan agentes desinfectantes como el cloro, el ozono o la luz ultravioleta para eliminar bacterias, virus y otros patógenos que puedan estar presentes en el agua. La desinfección garantiza que el agua sea segura para el consumo humano.

Adsorción

Es otro proceso utilizado en la potabilización del agua para eliminar compuestos orgánicos, metales pesados y otros contaminantes químicos. Se utilizan materiales como el carbón activado granular (GAC) o las resinas de intercambio iónico para adsorber y retener estos contaminantes.

Desalinización

En áreas con escasez de agua dulce, se recurre a la desalinización para convertir el agua de mar en agua potable. Este proceso puede llevarse a cabo mediante la ósmosis inversa o la destilación, donde se separa el agua de las sales y otros componentes no deseados.

En casos en los que el agua cruda (también llamada bruta, la que no ha recibido ningún tratamiento y que no ha sido aún introducida en la red distribución) contiene altas concentraciones de sales y contaminantes químicos, se utiliza la ósmosis inversa. Este proceso utiliza membranas semipermeables para eliminar iones y moléculas no deseadas, lo que es especialmente efectivo para la eliminación de sales y otros contaminantes. El agua de mar se fuerza a través de estas membranas bajo alta presión, lo que permite que las moléculas de agua pasen a través de ellas, mientras que los iones de sal y otras impurezas quedan atrapados y son eliminados.

Por otro lado, la destilación es un proceso más antiguo que implica calentar el agua de mar hasta que se evapora, dejando atrás la sal y otras impurezas. El vapor de agua se condensa luego en un recipiente separado, produciendo agua potable limpia y purificada. Aunque la destilación es efectiva, consume mucha energía y es menos eficiente que la ósmosis inversa en términos de producción de agua potable.

Además de estos métodos principales, también existen tecnologías emergentes en el campo de la desalinización, como la electrodiálisis, la nanofiltración y la energía solar térmica, que están siendo investigadas para mejorar la eficiencia y reducir los costos de desalinización.

A pesar de los avances tecnológicos, la desalinización del agua sigue siendo un proceso costoso y energéticamente intensivo, lo que limita su implementación en muchas partes del mundo. Sin embargo, en regiones áridas o costeras donde el acceso al agua dulce es escaso, la desalinización se está convirtiendo en una solución cada vez más vital para garantizar el suministro de agua potable segura y confiable para la población.