El fin de semana resultó nostálgico para una afición ilicitana que no tuvo reparos en desplazarse hacia Barcelona para ver a su equipo en el Camp Nou. Veinticinco años sin ver al Elche jugar en el coliseo catalán son demasiados.

Se completaron 12 autobuses, entre el propio club y las peñas de el Elche, otros muchos se acercaron hasta la Ciudad Condal en tren, avión y coches particulares. Al final, la marea verde reunió a cerca de dos mil aficionados del equipo ilicitano. Las calles de Barcelona se tiñeron del color franjiverde.

En el campo se trató de animar todo lo que se pudo al equipo y en la recta final del duelo se escuchó el «Aromas Ilicitanos» y cánticos de ánimo al equipo.

El regreso no fue todo lo alegre que hubieran querido todos ellos, pero era consciente de que la empresa era muy complicada.