El técnico franjiverde, Rubén Baraja, considera que el Elche-Oviedo de mañana es «el partido que todos quieren jugar». La televisión por testigo, a las 12 horas y «ante un rival histórico, que ha hecho un equipo muy competitivo con la mirada puesta en metas mayores» son alicientes suficientes para que el encuentro sea atractivo para la afición y motivante para los jugadores del conjunto ilicitano.

El preparador reconoce que su equipo «llega en una buena dinámica» a este enfrentamiento y piensa que «es un encuentro que podemos disfrutar». A su juicio, el Oviedo va a plantear un partido muy diferente al que puso en práctica el Nàstic en el último encuentro jugado en el Martínez Valero. «Es un equipo que tiene una capacidad semejante a la nuestra para tener el balón y cuenta con jugadores que a nivel individual son muy desequilibrantes», asume, antes de reconocer que se va a vivir sobre el césped «una bonita lucha por ser los dueños del balón y por ende del partido». Adelanta a los más optimistas que «el Oviedo nos va a exigir muchísimo ya que es una escuadra con muchos argumentos y posibilidades futbolísticas».

Explica Baraja que la ambición de su equipo pasa por «ser muy sólidos en el estadio Martínez Valero» al entender que «esa seguridad en casa te da la regularidad y estabilidad durante el campeonato. Bajo ese prisma afrontamos el partido del domingo. No miramos más allá».

El técnico castellano considera que la clave está en «ser solidarios en el trabajo defensivo» y aunque al equipo le gusta ser protagonista con el balón «también hay que saber defenderse y ser competitivos. Hay que tener diferentes versiones a lo largo de un partido. No siempre se puede ser dominador ya que hay otros equipos que también juegan bien. Tenemos que saber aprovechar esos momentos en los que tengamos la pelota y, cuando no sea así, trabajar para recuperarla. Eso es fundamental».

Baraja reconoce que cada día tiene más difícil confeccionar el equipo inicial dada la competencia que existe dentro del grupo. «Hay varios jugadores que están trabajando duro en cada entrenamiento para hacerme dudar a la hora de diseñar el once», explica. Tanto en el campo, como fuera de él, este grupo está sorprendiendo por su saber estar. «Más allá de la juventud hay una madurez y en este sentido ellos están leyendo perfectamente qué es lo que hay que hacer y el mensaje que hay que mandar. Nuestro buen futuro siempre pasa por saber cuál es nuestro punto de partida y tener las cosas claras. A partir de ahí, hay que seguir creciendo, por que el margen de mejora es importante».

El preparador reconoce que «la buena dinámica que tenemos hace que la gente se ilusione» pero no esconde que le gustaría que eso sirviera «para que viniera más gente a la grada. Es importante para nosotros. La afición es el mejor activo que tiene el club y queremos que acudan más de doce mil. Hay que recuperar la masa social que existía la pasada campaña».

Dice no sentir presión por estar arriba en la tabla porque «sabemos cuál es nuestro objetivo. Vernos arriba no nos presiona, nos da ánimo, supone un respaldo y la confianza de que la gente venga a animarnos. Nos gustaría tener el campo lleno».

Finalmente, Rubén Baraja señaló que el nuevo consejo de administración, formado por la anterior junta gestora y que preside Juan Serrano, le ha transmitido «continuidad, tranquilidad y seriedad» para lograr la viabilidad de la entidad, que «es lo que os interesa».