Después de conocer el pasado lunes el sorteo del calendario, el Elche va a partir con cierta desventaja porque no va a comenzar a competir hasta la tercera jornada. Pero, al mismo tiempo, los dos primeros partidos, que han quedado aplazados para 2021, hubieran sido a domicilio frente al Barcelona y el Sevilla, con la consiguiente dificultad para puntuar.
El conjunto ilicitano tendrá tres primeros meses de competición exigentes que van a marcar su futuro en su regreso a Primera División. Después del estreno en casa frente a la Real Sociedad, en los primeros diez encuentros se va a enfrentar a hasta siete rivales directos en la, a priori, lucha por la permanencia.
Tras medirse al cuadro donostiarra, los franjiverdes visitarán al Eibar y posteriormente recibirán en el Martínez Valero al Huesca y visitarán al Alavés. Luego llegarán los partidos ante el Valencia, en casa, y el Betis, a domicilio, para finalizar al mes de noviembre contra Celta, Levante y otro recién ascenso como el Cádiz. El mes de diciembre comenzará con la visita a Valladolid.
Después de esos primeros diez envites se podrá realizar un análisis bastante realista sobre el futuro y las posibilidades del Elche de conseguir el objetivo de la permanencia en la máxima categoría.
Esa situación también está influyendo a la hora de la planificación de la plantilla. Con ese calendario por delante, el objetivo es intentar formar un equipo lo más compensado posible antes del cierre del mercado de verano y no dejar los deberes para el enero.
El conjunto ilicitano y su nuevo entrenador, Jorge Almirón, apenas van a disponer de tiempo y de una pretemporada para asimilar los conceptos del técnico argentino. Van a ser de dos semanas de entrenamientos y algún amistoso, porque la tercera será para preparar el primer encuentro contra la Real Sociedad.