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También genera pérdidas

El robo de cable de cobre llega a paralizar la actividad empresarial

El alto precio de metales como el cobre ha hecho que los robos de este material estén siempre al orden del día

El robo de cable de cobre llega a paralizar la actividad empresarial

El alto precio de metales como el cobre ha hecho que los robos de este material estén siempre al orden del día y que cuando afecten a instalaciones públicas dejen en evidencia servicios como la iluminación o incluso el transporte. Como ocurrió recientemente en Elche cuando robaron cableado del sistema de iluminación de la ladera del río Vinalopó, dejando a oscuras uno de sus tramos, o pocos días después cuando desaparecieron 800 metros de cable en escuelas infantiles. Otro robo sonado fue el de 32 rodelas de la catenaria del tren entre San Vicente y Alicante, dejando inoperativo el servicio y tirados a 3.000 viajeros.

Entre estos sucesos está siendo muy habitual el robo de cableado de teléfono. De hecho, Movistar ha cuantificado en 10 kilómetros el cable que le ha sido sustraído en 35 robos durante las últimas semanas en la provincia. Concretamente, en localidades como Elche, San Vicente del Raspeig o Monforte del Cid.

Y los efectos de estos robos los acaba sufriendo toda la población, como los vecinos del Moralet que han estado más de dos semanas sin teléfono o el caso de una empresa ubicada en Elche y que se dedica, entre otras cosas, a la venta telefónica y a través de internet, y que en el último mes ha estado más de doce días inactiva debido a los continuos robos del cableado del teléfono en la zona ilicitana del camino de Castilla.

Concretamente, Daniel Morata, propietario del Grupo Morata Icomes, ha puesto estos días el grito en el cielo ante el que es el sexto robo del cable de teléfono con el que trabaja su empresa durante las últimas cuatro semanas.

Morata cuenta con una empresa de venta telefónica donde trabajan una treintena de telefonistas, amén de otro centenar de trabajadores, y que cada vez que se han quedado sin cable no han podido trabajar. En total, explican que «hemos estado sin poder trabajar doce días al no tener la línea de teléfono, ocasionándonos unas perdidas de 180.000 euros en la facturación de la empresa».

Daniel Morata indica que «he puesto el problema varias veces con conocimiento de la compañía de teléfono propietaria de la línea y al final nos han ofrecido una solución que tardará dos meses en estar operativa».

En este caso parece que la solución parece que llegará, pero justo después de aceptarla, apunta el empresario de Elche, «¡Hemos vuelto a quedarnos sin línea por otro robo del cableado! Y así tendremos que estar hasta que nos llegue la solución definitiva».

Casos como el de esta empresa de Elche han habido muchos, y continuarán saliendo a la luz otros, mientras los ladrones sigan viendo el cobre una fuente fácil para obtener ingresos.

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