El Rey Don Felipe ha concedido a la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores. Desde la entidad han destacado que "la concesión del título de Real es la culminación a un proceso largo". Los trámites comenzaron el 9 de Enero de 2012, cuando la Junta de Gobierno de la Cofradía, a propuesta de su hermano mayor, Francisco Javier Guilabert de Haro, ofreció al Rey Juan Carlos I, el título de Hermano Mayor Honorario. Este nombramiento fue aceptado en abril de 2012 por su Majestad el Rey en credencial otorgada el 30 de abril de 2012, aceptando también Don Juan Carlos I y Dona. Sofía ser los Padrinos de Honor de la Coronación Canónica que tuvo lugar en ese mismo mes.

La vinculación de esta cofradía con la Casa Real se remonta a la fundación de la misma, a manos de la clase nobiliaria de la ciudad. Esta vinculación nobiliaria se mantuvo hasta el siglo XIX, cuando la nobleza local cedió la cofradía al Pueblo de Elche, haciéndose efectiva esta cesión el 16 de abril de 1898. A partir de ese momento el Concejo Municipal se hizo cargo de la misma en representación de toda la ciudad.

Para la aceptación de la Casa Real ha sido necesario aportar todo tipo de documentos, desde los estatutos (los antiguos y los actuales) hasta el número de hermanos, pasando por la historia, la vinculación con la Casa Real, los fines de la cofradía, las publicaciones, un aval y la aprobación del Obispado de Orihuela-­Alicante y un informe de la devoción que la imagen de la Dolorosa Ilicitana despierta en los fieles locales. Una vez enviada toda la documentación a la Casa Real, el expediente quedó pendiente del despacho de Su Majestad.

El título de Real nace de una concesión realizada por un monarca o rey, ya sea con casa reinante o con sus reglas prerrogativas suspendidas por motivos diversos. previa petición de la hermandad que se trate. En España es a partir del reinado del Emperador Felipe II cuando se inicia la costumbre de solicitar el título de Real para hermandades y cofradías. La cofradía de la Vera ­Cruz situada en el Convento Casa Grande de San Francisco de Sevilla es la primera en obtenerlo