El sector del calzado ha puesto en marcha un plan de contingencia para intentar estar lo mejor preparado posible en el caso de que se produzca la salida de Reino Unido de la Unión Europea con un Brexit duro. La patronal del sector, la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), ha empezado a poner a disposición de las empresas todo tipo de documentación para que puedan entender mejor cómo el Brexit puede acabar afectando al día a día del sector, que tiene en el Reino Unido muchos intereses comerciales, al ser uno de sus principales clientes en la Unión Europea.
El presidente de la Federación de Industrias del Calzado Español, José Monzonís, explicó que «Reino Unido es un mercado internacional muy importante para el sector, ya que en la actualidad ocupa el sexto puesto, y donde en 2018 se exportó calzado fabricado en España por valor de 185 millones de euros».
Por este motivo, apuntó José Monzonís, «como cualquier otro sector con intereses económicos en Reino Unido, las empresas de calzado deben ser muy conscientes de los posibles escenarios que se pueden encontrar en función de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos, aunque mantengamos la esperanza de que el Brexit no sea muy duro».
Lo que más preocupa a las firmas zapateras españolas es el impacto que el Brexit puede tener en la aduana, en el caso de que se den nuevas trabas administrativas que retrasen la entrega del producto al consumidor final.
Desde la patronal zapatera apuntaron que con el fin de minimizar el impacto de la posible salida de Reino Unido de la Unión Europea, se ha puesto a disposición de sus asociados un servicio de asesoramiento que será actualizado puntualmente conforme evolucionen las decisiones, se confirmen posibles escenarios y se publique información oficial sobre esta situación sin precedentes en la Unión Europea.
Por el momento, la Federación de Industrias del Calzado Español ha puesto a disposición de las empresas zapateras un informe con un plan de contingencia ante el Brexit para el sector del calzado, en el que se pone a las firmas en antecedentes, se analiza la situación actual y se avanzan posibles escenarios futuros que hay que tener en cuenta a la hora de preparar las estrategias comerciales.
La patronal zapatera también ofrece información sobre los controles aduaneros y no aduaneros, los aranceles, el IVA, el comercio digital, la defensa comercial, los derechos de propiedad intelectual e industrial o la transferencia de datos personales.
Obstáculos
Para elaborar la tabla arancelaria la patronal del sector ha tenido en cuenta los datos de la Organización Mundial de Comercio y del Departamento de Comercio Internacional del Gobierno de Reino Unido. En este sentido, José Monzonís aseguró que «Reino Unido va a tener que aplicar los aranceles definidos en la Organización Mundial de Comercio que puede penalizar las importaciones».
En definitiva, el sector se ha puesto manos a la obra para tener los deberes hechos en el caso de que se produzca el peor escenario posible en torno al «divorcio» de Reino Unido de la UE.
Las exportaciones zapateras han caído un 22,2% desde 2015
Desde que los británicos votaron que sí al Brexit el 16 de junio de 2016 las ventas de calzado español en Reino Unido no han hecho más que caer año tras año. Concretamente, y según los informes de comercio exterior elaborados por la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), desde el año 2015, antes del referéndum británico, las exportaciones de calzado español a este país europeo han caído un 22,2%.
En 2015 los británicos compraron calzado fabricado en España valorado en 238 millones de euros. Sin embargo, la demanda cayó mucho en 2016, en plena campaña del «Brexit». En 2016 las empresas españolas vendieron a los británicos calzado valorado en 203 millones de euros, que fueron 35 millones menos. La caída del consumo en los mercados europeos se sumó al efecto del Brexit y el sector zapatero sufrió mucho las consecuencias.
No obstante, en 2016 Reino Unido, pese a la caída, seguía siendo el cuarto país comprador de calzado fabricado en España.
Los años siguientes, 2017 y 2018, han seguido la misma tendencia, acumulando caídas en la demanda de calzado español. Durante el 2017 los británicos compraron zapatos valorados en 189 millones de euros, mientras que en 2018, el último año completo, la demanda se volvió a reducir un poco más, hasta descender a los 185 millones de euros, en los que se valoró la fabricación que fue a parar al mercado británico.
En la actualidad, cuando desde las diferentes patronales del sector zapatero se sigue insistiendo a las empresas para que diversifiquen sus mercados, y no dependan en exclusiva de las ventas que efectúan en la Unión Europea, el de Reino Unido es el sexto mercado internacional más importante para el sector zapatero español.
