Elche conmemora que hace exactamente 19 años la UNESCOCasi dos décadas después, el Ayuntamiento optó ayer por celebrar este aniversario con una jornada de talleres infantiles en l'Hort del Xocolater sin dar pie a discursos ni reivindicaciones. Asimismo, durante parte del día hubieron talleres de dibujo, elaboración de palma blanca o escalada a palmeras para explicar a decenas de niños y niñas de una forma práctica las dificultades que conlleva confeccionar el producto local o el duro trabajo del palmerero.

Parte de la corporación municipal acudió al encuentro, entre ellos el alcalde, Carlos González, que señaló a este diario que se había optado por que en esta conmemoración se implicase a los niños «para que sean conscientes de que el Palmeral forma parte de la cultura del pueblo, reconozcan su valor y lo conserven en un futuro para garantizar su preservación».

El primer edil indicaba que no sólo hacen falta normativas, leyes o planes especiales para proteger el Palmeral si no también llegar los jóvenes para que mantengan el legado. Aún y así, González señaló que el camino está marcado con el plan especial del Palmeral y la ley del Palmeral, que se debatió antes de que las Cortes se disolvieran.

A pesar de tratarse de un encuentro familiar, donde los progenitores acompañaban a los menores por el circuito de actividades dedicadas a ellos, también sirvió el acto para visibilizar a ciertos colectivos como los palmereros, un oficio que a pesar de tener más de 500 años de historia todavía no está reglado, «por lo que estamos en el mismo sitio de siempre», critica Antonio Brotons, vicepresidente de la asociación de Palmereros de Elche, (Apelx), que durante la jornada de ayer fue uno de los monitores que enseñó a los menores a escalar hasta llegar a lo más alto de una especie datilera.

Explicaban que este tipo de sesiones ayudan a enseñar a los escolares la biología de la palmera, que comprendan que gracias al Palmeral la ciudad está más oxigenada y que sepan que el trabajo que desarrollan profesionales que se encargan de cuidar estas especies tiene un valor, a pesar de que las diferentes administraciones todavía no han conseguido dárselo, indican, ya que el oficio sigue sin estar reconocido a nivel formativo a pesar de que es un Bien de Interés Cultural. Critican, por ello, que los diferentes gobiernos «siguen pasándose la pelota y todo está en un limbo», según Brotons.

Desde la Unió de Llauradors i Ramaders del Camp d'Elx, que también participaron en la jornada, suscriben la problemática de los palmereros y reseñan que están trabajando para que esta profesión se perpetúe con garantías mediante la formación, que podría ser de FP. Para ello reseñan que hay que sindicar al colectivo y que se regulen los equipos de protección individual que requieren los palmereros, pero hacen hincapié en que lo más importante es la «voluntad política y la unión».

Desde el colectivo explican, además, que hay que acabar con la descoordinación a la hora de comercializar el dátil para hacerlo más atractivo y reivindican que se ayuden a las palmeras en general del término municipal, que cifran en cerca de un millón, según las estimaciones de la Unió, ya que entienden que el Palmeral es más que los 74.000 ejemplares del perímetro histórico.

Durante la conmemoración también se exhibieron muebles confeccionados con palmeras y la monitora del taller municipal de palma blanca enseñó a los menores a elaborar este producto tan esperado cada Domingo de Ramos «porque los artesanos cada vez somos más mayores y es importante que los niños vayan teniendo interés en la tradición», explica la instructora Conchi Rodrigo.