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Zara sigue negociando dónde recolocar a los 30 empleados de la tienda del centro

La mitad de la plantilla tiene reducida la jornada y el comité de empresa pide respetar los horarios por conciliación

La tienda de Zara en el centro de Elche, que cerrará el día 19. Antonio Amorós

A nueve días del cierre de la tienda de Zara en el centro de Elche, el futuro para la treintena de sus empleados sigue siendo incierto. La empresa prometió que reubicaría a todos los trabajadores, pero tal y como señalaron ayer desde la sección sindical de CC OO del Comité de empresa provincial de Zara- Lefties, «han tratado de mandar a gente fuera de la provincia, a Murcia, extremo al que nos oponemos». La intención es que los más de treinta personas que trabajan en la tienda del centro, en su mayoría mujeres, sean reubicados dentro de la provincia de Alicante.

Se da la circunstancia de que la mitad de la plantilla cuenta con reducciones de jornada o medidas para la conciliación familiar, por lo que «es más importante todavía conseguir que se reubiquen lo más cerca posible para poder respetar esas medidas y que alguien que tiene reducción de jornada no pierda horas desplazándose hasta su puesto de trabajo», trasladan desde CC OO.

El comité espera tener noticias la próxima semana, días antes del cierre, y que las reubicaciones propuestas, «como muy lejos en La Zenia», a 50 kilómetros de Elche. El problema, señalan, es que «han empezado la casa por la ventana. Anunciaron que los cierres irían con reubicaciones en macroinfraestructuras de la compañía, pero han empezado con los cierres sin tener listas esas infraestructuras, por lo que no hay sitio para todos».

Así, esperan que las negociaciones llegan a buen puerto, aunque sea in extremis, pues «si no se logra reubicar la opción es la indemnización, y no están las cosas para quedarse sin trabajo, y menos para una mujer, que somos los colectivos más vulnerables», señala la delegada sindical.

De hecho, «se están pririzando los casos más vulnerables, con hijos o enfermedades, para que sean reubicados más cerca y con más facilidades que el resto». La otra incógnita es el futuro del edificio, después de que el alcalde, Carlos González, manifestara tras el anuncio del cierre su voluntad de negociar con Inditex un futuro uso cultural del inmueble, del que la empresa, por el momento, no se ha pronunciado.

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