- Noticias de tu municipio
- Multimedia
- Clasificados
- Servicios
Ver más galerías relacionadas
M. Alarcón
Ver galería >Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Antonio Amorós
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Antonio Amorós
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Antonio Amorós
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Antonio Amorós
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Diez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.
Noticia guardada en tu perfil
Ver noticias guardadasDiez mil profesores del Baix Vinalopó, casi 40.000 en la provincia, se inoculan desde ayer viernes la vacuna de AstraZeneca, operación complicada que requiere de un enorme dispositivo, principalmente sanitario, para que todo sea lo más ágil posible y sin contratiempos, para que nadie abandone con más miedo con el que entró las instalaciones. El pabellón Esperanza Lag, el pabellón de la esperanza, tiene que marcar un antes y un después en esta pesadilla contra el coronavirus, instalado desde hace algo más de un año en nuestra sociedad. Los expertos han dicho que lo importante no es dudar de la vacuna, es vacunarse por encima de todo. Sólo así se vencerá al virus que sigue cambiando: sudáfrica, inglesa, brasileña.... Los profesionales de la educación han sido los primeros y su ejemplo servirá a la Conselleria de Sanidad para saber cómo afrontar la vacunación masiva de los ciudadanos cuando ésta se produzca, porque no será a priori tan fácil ni de convocar ni de organizar. Aún queda mucho. Hará falta muchos pabellones como el de Elche en todas las ciudades, en todas las provincias y, lo más importante, vacunas. A estas horas los responsables políticos continúan sin dar una fecha sobre cuándo se alcanzará lo que se considera un porcentaje de vacunación segura. La palabra verano, nadie sabe si al principio, a mitad o final, será ese momento. Mientras tanto, sólo nos queda vacunarnos... a mansalva.