El alcalde de Elche, Carlos González, ha hecho un llamamiento a la responsabilidad y a la prudencia en la Nit de l'Albà y en la Roà pese a que las celebraciones están suspendidas. El edil ha pedido cautela para poder continuar con el descenso de la curva de la incidencia acumulada que en las últimas dos semanas se ha situado en los 380 casos por cada 100.000 habitantes, 70 positivos menos que en los anteriores 14 días.
"Las medidas adoptadas de la responsabilidad individual de los ilicitanos y del proceso de vacunación está surtiendo efectos y se ha conseguido aplanar la curva y que comience el descenso de la incidencia acumulada. A partir de ahí, siendo hoy 13 de agosto, esta noche se celebraría en condiciones normales la Nit de l'Albà y mañana la Nit de la Roà. Tenemos que hacer un llamamiento a la máxima responsabilidad y precaución, a la cautela. Creo que todo el mundo es consciente de la situación difícil que estamos atravesando desde el punto de vista sanitario, y eso exige el compromiso cívico y la responsabilidad de cada uno de nosotros de cumplir estrictamente con las recomendaciones y con las obligaciones citadas por las autoridades sanitarias", ha destacado el alcalde acerca de la cancelación de ambas fiestas este año.
Por otra parte, González pide responsabilidad individual y cautela ante el uso de la pólvora y recuerda que "el uso y disparo de carretillas está prohibido" y puede conllevar sanciones económicas de hasta 3.000 euros, tal y como avanzó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad.
Además, el alcalde espera que este sea el último año en que no se puedan celebrar el Misteri ni la Nit de l'Albà y confía que en 2022 pueda volver a la normalidad: "Mucha responsabilidad y mucha prudencia en un día complejo como el de hoy y, sobre todo, esperamos que este sea el último 13 de agosto sin Misteri y sin Nit de l'Albà. Ojalá que en 2022 estemos lanzando este tipo de recomendaciones, pero desde un contexto sanitario que nos permita hablar de las fiestas."
Pese a que las fiestas se están desarrollando con un perfil bajo, sin desfiles populares de Moros y Cristianos por las calles y con la Gestora de Festejos Populares realizando sus actos en privado para que no se produzcan congregaciones de público, la seguridad se ha redoblado con un dispositivo especial que está formado por 1.700 policías, acordado en la Junta Local de Seguridad, que se reunió la pasada semana en el Centro de Congresos.
