Todo aquel que sea descubierto lanzado carretillas durante este viernes 13, con motivo de la celebración de la Nit de l’Albà, será sancionado con 3.000 euros, según anunció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Ramón Abad. El edil reiteró que el lanzamiento de este artefacto pirotécnico está totalmente prohibido. Con el objetivo de que el tramo final de las fiestas patronales se desarrolle sin incidentes, también se ha tomado la decisión de no programar ningún acto oficial ni este viernes ni mañana sábado, para evitar que se produzcan masificaciones y aglomeraciones.
El dispositivo especial de seguridad que se ha confeccionado para las fiestas ilicitanas se dejará sentir más que nunca tanto hoy como mañana, ya que en cada jornada habrá 300 agentes patrullando las calles, pertenecientes a la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil. Los policías contarán con el respaldo de drones que se encargarán de la vigilancia de Elche desde el espacio aéreo. Una de las grandes consignas de este dispositivo es impedir la celebración de botellones durante las madrugadas, coincidiendo con la Nit de l’Albà y la Nit de la Roà, para que el virus no se propague entre los jóvenes.
El concejal añadió ayer que se realizarán controles en los puntos más calientes de las fiestas, como son el aparcamiento de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y las zonas de conciertos que se han instalado tanto en Hort de Baix como en la Rotonda del Parque. «Los botellones están totalmente prohibidos y conllevan una fuerte sanción económica», incidió el responsable municipal.
Prudencia
Como han venido insistiendo desde hace semanas tanto el alcalde, Carlos González, como la edil de Fiestas, Mariola Galiana, el concejal Abad volvió a apelar a la prudencia, sobre todo para evitar botellones. «La responsabilidad individual es indispensable para cumplir los protocolos establecidos y evitar la propagación del virus», manifestó antes de recordar que los cuerpos de seguridad ya han levantado 235 actas por consumo de alcohol en la vía pública desde el pasado día 7, momento en el que comenzaron de forma oficial las fiestas patronales.
La Nit de l’Albà es uno de los momentos más especiales del año para los ilicitanos y también uno de los días grandes en los que más hay que reforzar la seguridad. Si esto era así en el contexto habitual, más importante es todavía en el actual escenario de pandemia. A principios de julio se confirmó que Elche tenía que renunciar por segundo año a la celebración de la Nit de l’Albà, al no existir garantías sanitarias suficientes para llevarla a cabo. «Es un riesgo que no debemos correr en la situación actual», zanjó el alcalde.
Pese a que las fiestas se están desarrollando con un perfil bajo, sin desfiles populares de Moros y Cristianos por las calles y con la Gestora de Festejos Populares realizando sus actos en privado para que no se produzcan congregaciones de público, la seguridad se ha redoblado con un dispositivo especial que está formado por 1.700 policías, acordado en la Junta Local de Seguridad, que se reunió la pasada semana en el Centro de Congresos.
Aún así, se han programado una serie de actividades culturales y sociales para dinamizar Elche a nivel comercial y económico, después de los duros meses que está deparando la pandemia y sus graves consecuencias. Entre estas actividades destacan los conciertos en la UMH, por la que han pasado nombres como Miguel Ríos, Lola Índigo o Beret. También se han puesto en marcha una serie de campañas con objetivos como concienciar sobre la violencia machista o frenar el consumo de alcohol.
Un mosaico floral con un ninot conmemorativo en el MAHE homenajeó este jueves la Batalla de las Flores, una actividad que lleva dos años sin celebrarse debido a la situación sanitaria. Este mosaico floral se podrá visitar hasta el día 15, al igual que el grafiti que rememora la Gran Charanga ilicitana. El ninot ha sido creado por Fran Sierra, el maestro fallero que también ha diseñado el monumento festero ubicado en la Plaça de Baix.
