La fauna salvaje que vive en el interior de la provincia

La Casa de la Cultura de Villena acoge desde principios de semana hasta el 12 de mayo una exposición sobre 137 especies diferentes

Varias especies que se pueden encontrar en las comarcas del Alto y Medio Vinalopó.

Varias especies que se pueden encontrar en las comarcas del Alto y Medio Vinalopó. / NESTOR RICO

Las montañas de las comarcas del Alto y Medio Vinalopó son el hogar de cientos de especies de fauna. La primavera resulta ser la estación en la que más animales se pueden ver en el interior de la provincia debido, en gran parte, a los movimientos migratorios que realizan, por ejemplo, las grandes aves rapaces como es el águila real. 

La Casa de Cultura (Kakv) de Villena acoge desde principios de esta semana hasta el 12 de mayo una exposición que muestra los animales salvajes de las montañas del interior de la provincia. Se trata de una iniciativa de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Villena y la Asociación Amigos del Valle de L’Avaliol.

Un total de 180 fotografías transportarán a todo aquel que se pase por la sala de exposiciones de la Kakv a los parajes naturales que esconden las sierras del Alto y Medio Vinalopó y, sobre todo, se dará la oportunidad de poder conocer de cerca algunas de las más de 137 especies, que según el naturalista Néstor Rico y autor de las fotografías, habitan en este territorio. La entrada es libre para todos aquellos que se quieran acercar. Para el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Villena, Francisco Iniesta, ha comentado que «se trata de una muestra de gran belleza en la que aprender sobre nuestra fauna salvaje y a la que invito a todos los villenenses a visitar».

Las 180 fotografías se dividirán en 90 esta semana y otras 90 que se montarán la semana que viene, para poder mostrar las dos décadas de observación y estudio de la fauna de las montañas del interior de la provincia que ha realizado el naturalista Néstor Rico.

La exposición fotográfica se caracteriza por la variedad de fotos que la componen, así el naturalista asegura haber escogido aquellas imágenes «más llamativas» para tratar así de «impactar» y llegar a todo aquel que se pase por la sala.  

Las especies de las montañas del Alto y Medio Vinalopó se dividen en tres grupos: sedentarias, que son aquellas que están todo el año viviendo en el territorio; migrantes estivales, que vienen de África en primera y verano y se marchan a finales de este para reproducirse e invernantes, que son aquellas que llegan huyendo de las nieves del centro y norte de Europa. A modo de curiosidad, la especie más pequeña, que pesa 5 gramos es el reyezuelo listado, mientras que en el otro extremo tenemos al águila real y al el buitre leonado.

En cuanto a las especies que se pueden encontrar, en los reptiles se incluyen desde víboras hocicudas y culebras viperinas y de collar, hasta la culebra bastarda, que puede llegar a medir más de dos metros de longitud.

Mientras que en los mamíferos destacan grandes herbívoros como son el arruí y el muflón. El arruí se trata de una especie procedente de África, es un ungulado (mamíferos con casco o pezuña) con aspecto de cabra robusta, que puede alcanzar una envergadura hasta la cruz de los cuernos de un metro. De color leonado, lo más notable es la barba que presenta desde la mandíbula inferior al pecho, extendiéndose por las patas delanteras y los cuernos semicirculares. En los mamíferos carnívoros destacan el zorro y la garduña. También cabe señalar roedores como el lirón careto, que suele vivir en zonas boscosas. Para las aves pequeñas, esto son, los pájaros el experto nombra el milo, el petirrojo y el cernícalo son los que «más se ven» en la zona. 

La familia de los insectos en la que se encuentran las mariposas, se pueden ver la macaon, que es de las más grandes de Europa en cuanto a las diurnas y destaca también la arlequín. La libélula emperador también se puede divisar cerca de los cuerpos de agua dulce como los lagos, estanques o ríos. Este tipo de insecto es además un «indicador de calidad ambiental del aire» y está amenazada en Europa.

En la clasificación de anfibios, encontramos la rana verde común y el sapo común, que se distingue por sus ojos rojos, mientras que el sapo corredor presenta ojos verdes. Además, el sapillo moteado también es una especie que habita en la misma área, aunque suele ser más difícil de avistar.

Concienciación

El objetivo de la muestra fotográfica pasa por la concienciación de las especies que habitan en las sierras del Alto y Medio Vinalopó. «Es primordial que tengamos conciencia para conservar la gran variedad de fauna que tenemos», sostiene Rico. El naturalista recuerda que «hay que hacer un buen uso de la montaña» y que «antes que la ley hay que aplicar el sentido común». En esta línea, Rico hace hincapié que las sierras de Villena, Petrer, Salinas, Monóvar o Pinoso, que son donde vive la fauna en la que se centra la exposición, son para los seres humanos «un escenario», pero que, sin embargo, para los animales «es su casa y ellos se encargan de cuidar y mantener con vida el ecosistema».

El turismo de montaña ha irrumpido y se ha «puesto de moda» en la sociedad actual de la mano de familias, con amigos, pareja o de forma individual. Esta modalidad llega a través de actividades como la escalada y las bicicletas de montaña. «Este tipo de turismo está provocando la expulsión de algunas especies, sobre todo de aves rapaces como el águila real, perdicera, culebrera o el halcón peregrino», confirma Rico. 

Este tipo de animales han dejado de criar aquí -o ahora lo hacen en menor medida- y buscan otros lugares más tranquilos en los que no haya presencia humana cerca de ellos y, sobre todo, cerca de sus crías.

«En uno de los barrancos que hay en Petrer que criaban águilas reales se echó a perder un nido por una vía de escalada. El animal tenía dos huevos. Eso fue en 2018 y, desde entonces no ha vuelto a criar, por lo que las especies que hay son adultas. En este caso lo que pasó es que el águila vio que había mucha gente y eso le ahuyenta. Dejó los huevos ahí y nunca eclosionaron porque se helaron al no tener el calor», explica Rico.

En definitiva, la concienciación sobre el cuidado de los montes y las especies que en él habitan tiene que ser algo primordial para la preservación de los ecosistemas.