El Ayuntamiento mantendrá la terraza del mercado provisional que declaró «ilegalizable» hace tres años, una infraestructura que la Agencia Valenciana Antifraude desaprobó en un informe firmado en septiembre tal y como dio a conocer este diario. El alcalde, Carlos González, no tiene previsto «tocar» esa terraza sobre la que habían dictado una orden de demolición porque, según alegaron en 2018, Aparcisa no contaba con ninguna autorización previa para la terraza, ni en el proyecto básico, ni en el proyecto de ejecución ni en el pliego de condiciones de las instalaciones situadas en la avenida de la Comunitat Valenciana.
El primer edil justifica que contestaron a Antifraude todos sus requerimientos, pero la situación que había hace tres años no es la de ahora. «Las condiciones han cambiado sustancialmente desde que se ha producido el rescate de la concesión por parte del Ayuntamiento y hemos anunciado el inicio de los trámites necesarios para modificar el Plan General y legalizar por una parte la situación urbanística del propio mercado, hasta ahora irregular, y la del anexo constituido por la terraza», explicó González.
La agencia valenciana reprendió al equipo de gobierno por no justificar la instalación provisional en la ladera sin explorar otra alternativa y advirtió que había incumplido la orden de demolición de la solera de hormigón. Antifraude se refirió a estas dos cuestiones como «irregularidades administrativas».
Concretamente, se incrementó en 20 metros cuadrados superficie de la solera que sirve de acceso al edificio y además se cubrió con soportes metálicos. Todo ello sirve de terraza a la cafetería y ocupa una superficie aproximada de 30 metros cuadrados. Y con ello, Antifraude señaló que el Ayuntamiento debería informar sobre las razones por las cuales no ha dado cumplimiento a la orden de demolición de las obras de cubrición de la solera.
Reconducir situación
Ante ello, el regidor socialista asegura ahora que la tramitación de la modificación del Plan General «resuelve los problemas pre existentes». Asimismo, el actual argumento del alcalde es que si se «reconduce la situación urbanística modificando el Plan General como se va hacer, incorporar la terraza a la superficie que se va a destinar al proyecto del Mercado Central no representa ya ningún problema urbanístico, y superado ese obstáculo no hay ninguna circunstancia que exija o que aconseje derribar o demoler la terraza». Fue el pasado mes de julio, cuando la junta de gobierno dio luz verde a iniciar los trámites para modificar el Plan General con el fin de garantizar la viabilidad del mercado provisional en la ladera del Vinalopó, ya que el objetivo ahora, una vez rescindido el contrato con Aparcisa, es que los placeros se queden definitivamente en ese enclave.
Sobre esa ubicación, Antifraude advirtió, además, en su informe, de la falta de justificación del Ayuntamiento para construir en la ladera del Vinalopó el edificio de abastos donde los placeros ejercen su actividad desde 2015, cuando el gobierno del PP los trasladó allí con el fin de que fuera temporal tras firmar el contrato con Aparcisa. Una ubicación denunciada por el PSOE en la Fiscalía aquel año, que ahora junto a Compromís pretenden consolidar para desbloquear por fin la situación del Mercado Central construyendo un nuevo edificio, reurbanizando la avenida de la Comunitat Valenciana y construyendo de un aparcamiento de dos plantas con plazas en rotación en la calle José María Buck.
Ahora, los placeros están abiertos a ceder a la propuesta del equipo de gobierno (siempre que tengan un proyecto por escrito) porque están cansados ya de luchar a contracorriente para que el contrato que adjudicó el PP cuando gobernaba se haga realidad y porque son conscientes de que con el expediente de resolución ya en los juzgados muy poco tienen que hacer para tener sus puestos en la plaza de las Flores con un parking subterráneo como habían firmado.
En se acercamientos de posturas entre Ayuntamiento y vendedores ha influido la buena relación con Pimesa que absorbió los contratos de los placeros, tras dejar fuera el ejecutivo local a Aparcisa, y que desde agosto se ocupa de la gestión del edificio provisional. Desde la Asociación Nou Mercat d’Elx aseguraron que, pese a los cambios contaban con una seguridad y les estaban tratando bien.
