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Dos ilicitanos atrapados en Ucrania: "Oímos las sirenas y los bombardeos, ya no hay agua en las tiendas"

El matrimonio residente en Elche acudió al país dos días antes de la invasión rusa a una competición de baile y piden auxilio para regresar

Svetlana y Luis, dos ilicitanos atrapados en Ucrania

Llevan una semana en Ucrania, viviendo en primera persona la pesadilla de una guerra que azota el país, encerrados en un hotel y sin poder regresar a Elche, la ciudad donde residen. Svetlana, ucraniana de nacimiento pero residente en la ciudad de las palmeras desde hace veinte años, acudió con su marido, Luis, a Zaporzhe, una ciudad que se encuentra a 600 kilómetros de Kiev. Son jueces de baile y viajaron al país dos días antes de que Rusia lo invadiera para asistir a un campeonato nacional. Todas las noches escuchan las sirenas y los bombardeos y piden auxilio para poder salir del país en guerra y ponerse a salvo.

"Todos los aeropuertos están bombardeados para que nadie entre ni salga. Las carreteras están igual y Putin ha mandado a los chechenos a matar a civiles", relata Svetlana a INFORMACIÓN por teléfono desde la habitación de su hotel. En mitad de este infierno, los ilicitanos lamentan que la embajada española no les haya prestado ayuda para poder salir. "Ellos fueron los primeros en marcharse, el primer día que pudimos contactar nos salió un mensaje automático diciéndonos que permaneciéramos en un lugar seguro y después ya no supimos nada más", lamenta. Toda la atención que están recibiendo, asegura, son de sus amigos y familiares que están tratando de sacarlos del país y de voluntarios que ya han ofrecido llevar ayuda humanitaria. Pese a todo, Svetlana dice que no tiene miedo. "Los genes de los ucranianos nos mueven a luchar hasta el último aliento", afirma y añade: "tenemos la moral bien alta".

"Los genes de los ucranianos nos mueven a luchar hasta el último aliento"

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Sin embargo, pese a la fortaleza que están demostrando tener los ucranianos, levantándose cada día en esta ciudad para acudir incluso a trabajar, la realidad es muy preocupante. En Zaporzhe, la comida ya empieza a escasear en las tiendas y en muchas ya no hay agua. Desde hace unas horas a Svetlana y Luis les han dicho que no pueden salir del hotel por seguridad. Ven desde internet y la televisión cómo avanza la invasión, mientras siguen con incredulidad cómo a estas alturas todavía hay españoles atrapados en Ucrania. "No he visto a ningún país que haya dejando a la gente tirada como España", lamenta la entrenadora de baile que tiene un club en Elche de reconocido prestigio.

A los que agradece su apoyo son a sus allegados y voluntarios que están interesándose por su situación. Y también al alcalde, Carlos González, con quien mantiene contacto.

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