Una gira con toda «La Pasión» desde Elche

Si hay un indicador claro de que Elche ha entrado en plena cuaresma es cuando el grupo cultural Jerusalem se sube a los escenarios para representar pasajes como la muerte y resurrección de Jesús.

Tras largos meses de ensayos esta agrupación ilicitana, compuesta por 95 miembros, entre actores y técnicos, ha arrancado este fin de semana las representaciones, y como no podía ser de otra manera, lo ha hecho en la parroquia de San Antón, el primer templo sagrado que confió en ellos hace ahora más de tres décadas.

Esta nueva gira de 2023 es más ambiciosa que la del año pasado al dejar atrás todas las restricciones sanitarias por el coronavirus. Así, después de debutar en San Antón y en la parroquia de San Agatángelo este domingo, el colectivo tiene por delante otros 11 pases previstos hasta abril principalmente en localidades de la provincia como Los Montesinos, Catral y Biar. 

Actuaciones

También llegarán a Abanilla (Murcia) o Toledo. Este último espacio será de los más especiales, relatan, ya que actuarán para pacientes del Hospital Nacional de Parapléjicos. El broche lo pondrán con tres actuaciones en el Gran Teatro del 7 al 9 de abril. 

Relevo

El grupo Jerusalem se ha caracterizado todos estos años por ser un colectivo muy vivo y con relevo generacional asegurado, ya que la organización detalla que cada año hay unas tres incorporaciones, por lo que se mantiene estable el equipo. Así, entre los componentes pueden verse desde niños, adolescentes hasta grandes veteranos como Paco Peral, que a sus 79 años ha desarrollado papeles importantes primero como Jesucristo y ahora como Judas, o Ángel Bonifacio, con 76 años, detrás del escenario cuadrando que todo salga a la perfección. 

Esta entidad se toma con tanta dedicación su papel que siempre han procurado mejorar la calidad de la escenografía, hasta el punto de haber colaborado con instituciones como la Universidad Miguel Hernández para perfeccionar la vestimenta y los diálogos de todos los personajes bíblicos para conseguir resultados fieles, realistas y con un impacto en el espectador durante la hora y 45 minutos que dura la representación. 

Víctor Meseguer, director del grupo Jerusalem, apunta que este año han podido invertir en nueva microfonía, vestuario y una nueva máquina de humo para escenas más inmersivas. 

Estas funciones, catalogadas como bien de interés turístico, se acompañan de un entramado de símbolos, luces y piezas musicales que marcan los puntos de inflexión de La Pasión. Una parte característica, también, que es que no finaliza con la muerte de Jesucristo si no con la Revelación de San Juan.

Así, quienes estén interesados en disfrutar de la obra conocerán de una forma amena la última etapa de la vida de Cristo desde que entra a Jerusalem, con escenas que muestran la última cena, la oración en el huerto, el prendimiento, la flagelación o la crucifixión y muerte de Jesús.