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El futuro de la fiesta

Los más pequeños, con su desparpajo y naturalidad, fueron ayer los protagonistas de Moros y Cristianos

El futuro de la fiesta

La incertidumbre planeó hasta el último momento, pero finalmente la programación festera en Elda siguió su curso, un día más, pese a la lluvia. Eso sí, con un retraso de una hora y media provocado por la tormenta que durante toda la tarde amenazó con obligar a cancelar el que sin duda es uno de los actos más entrañables de las fiestas de los Moros y Cristianos de Elda, el Desfile Infantil. Pese a todo, los más pequeños pudieron tomar finalmente las riendas de la Fiesta, llenando las calles con su desparpajo festero y demostrando que en Elda el futuro de los Moros y Cristianos está más que garantizado.

La expectación estaba servida ayer en Elda a medida que se iban acercando las siete de la tarde, hora prevista para que se iniciara el Desfile Infantil. La lluvia que durante todo el día se había cernido sobre la ciudad había arreciado ya finalmente en torno a las cinco de la tarde, desembocando en tormenta. Y todos miraban al cielo, confiando en que las nubes fueran despejando a tiempo. Aunque la posibilidad de cancelar el acto llegó a plantearse, finalmente empezó a amainar y la Junta Central de Comparsas optó por aplazar a las 20.30 horas el desfile. Pese a que hubo algún momento en que se temió que el agua volviera a hacer acto de presencia, apenas cayeron unas gotas, y la lluvia dio tregua a los pequeños festeros que, un año más, dieron buena muestra de su naturalidad y desparpajo a la hora de desfilar y, durante aproximadamente dos horas, las calles de Elda se llenaron de carrozas, caballos y un colorido sin parangón.

Los pequeños Zíngaros fueron este año los encargados de abrir el desfile, con un boato lleno de baile, música, colorido y fantasía, con el que recrearon un bosque encantado con flores, árboles, pájaros, mariposas, duendes, hadas y arcoiris. Pero también animales de la noche, búhos y luciérnagas. Y un nuevo amanecer. Los pequeños zíngaros, con sus trajes de intensos colores -verdes, azules, rojos, rosas, violetas...- realizaron con su boato un canto a la imaginación y a no dejar nunca de soñar, como hicieron los primeros Zíngaros errantes...

Tras la actuación de la Fanfarria Zíngara, que tuvo un recuerdo para el desaparecido Michael Jackson al interpretar magistralmente su mítico tema "Thriller" además de "Satisfaction" de los Rolling Stones, fueron haciendo su entrada el resto de pequeños festeros de las comparsas cristianas: los Contrabandistas, con sus flamencos trajes llenos de colorido; los Cristianos, con sus regios caballeros y reinas; auténticos Piratas procedentes de otros mares, con barco incluido, y Estudiantes, con tuna propia.

Los Marroquíes eran este año los encargados de abrir el desfile por parte del bando moro. Los pequeños festeros de la comparsa que estas fiestas ostenta la capitanía mora ofrecieron un boato en el que recrearon las fuerzas de la naturaleza, haciendo gala de una naturalidad y una gracia que sólo los niños son capaces de mostrar. El colorido, el baile y la música fueron también los protagonistas del boato de los pequeños Marroquíes, que en distintos grupos fueron escenificando el aire, la tierra, el agua y el fuego.

Igual desparpajo y raza festera demostraron los pequeños representantes de los Moros Realistas, Huestes del Cadí y los Musulmanes, que cerraron el desfile. Todos ellos, los pequeños moros y los pequeños cristianos, son el futuro de la Fiesta en Elda y así lo dejaron ayer patente un año más.

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