La ordenanza de terrazas lleva a los hosteleros de Novelda a desmontar cerramientos por valor de 23.000 euros

El portavoz de los afectados, Javier Cerdán, asegura que en su caso llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento hace dos años para montar la instalación, ya que la normativa iba a actualizarse

El Ayuntamiento sostiene que la regulación será modificada, pero recuerda que es "un proceso largo"

Dos trabajadores retiran este lunes el cerramiento de un establecimiento de hostelería en Novelda.

Dos trabajadores retiran este lunes el cerramiento de un establecimiento de hostelería en Novelda. / JAVIER RUIZ

La ordenanza de ocupación de terreno de uso público municipal con terrazas, barras y quioscos está trayendo de cabeza a los hosteleros de Novelda. La normativa, aprobada en 2016, prohíbe "las plataformas o cerramientos cuyas características no puedan ser fácilmente retirados a diario".

A pesar de ello, el hostelero Javier Cerdán instaló hace dos años un cerramiento en su negocio, ubicado en la calle Poeta Ausias March, ya que afirma había recibido un "permiso verbal" por parte del concejal responsable del área.

Ahora, Cerdán y otros cinco negocios que cuentan con este tipo de instalación se están viendo forzados a su retirada para cumplir con la normativa. El hostelero, quien también es portavoz de los afectados, asegura que cuando instaló el cerramiento , el Ayuntamiento le aseguró que su infraestructura sería "el modelo a seguir" y que la ordenanza sería actualizada para incluir este tipo de instalaciones. Sin embargo, no ha sido así.

A la izquierda, el portavoz de los afectados, Javier Cerdán, junto a otros compañeros hosteleros.

A la izquierda, el portavoz de los afectados, Javier Cerdán, junto a otros compañeros hosteleros. / JAVIER RUIZ

Los hosteleros recibieron hace unos días una visita policial, durante la cual, según Cerdán, se les informó que si no retiraban los cerramientos de sus negocios en el menor tiempo posible, podrían enfrentarse a una sanción de 3.000 euros al mes por cada uno que pasaran con la infraestructura en la calle. Ante esta situación, los afectados han comenzado este lunes a retirar los cerramientos. "Vinieron a malas y amenazando", recuerda el portavoz.

Personal

Javier Cerdán lamenta que perder este espacio significará reducir el aforo del establecimiento y, con ello, el personal: "Tengo capacidad para 100 personas dentro y 60 fuera. En este momento, cuento con 10 trabajadores, y si no puedo usar la terraza siempre debido al frío o al calor, me veré obligado a recortar personal".

El hostelero confiesa que se gastó unos 23.000 euros en el cerramiento, pero cuenta que otro de sus compañeros solo había pasado un mes desde que instaló la infraestructura, la cual le costó unos 16.000 euros.

Los afectados piden al Ayuntamiento que "modifique la ordenanza y nos permitan trabajar, esto da de comer a mi familia y a la de mis trabajadores", recuerda el portavoz.

Respuesta municipal

El Ayuntamiento aclara que desconoce si el portavoz de los afectados recibió el "permiso verbal" por parte del concejal que en ese momento se hacía cargo del área y subraya que la ordenanza mantiene que no puede haber elementos fijos en el espacio público que no puedan ser retirados una vez cierre el establecimiento.

Fuentes municipales señalan que se había creado un "agravio comparativo" con otros locales que sí cumplían la normativa y disponían de terrazas "de quita y pon". Adelantan que la ordenanza va a ser modificada, pero recuerdan que es "un proceso largo".