Una alumna de 14 años denuncia a su profesora por amenazas e injurias

Una alumna de 14 años que cursa Educación Secundaria en el instituto Azorín de Petrer ha presentado una denuncia en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Elda por una supuesta falta de amenazas, coacciones e injurias de la que responsabiliza directamente a una de sus profesoras. Según consta en la denuncia que interpuso la madre de la estudiante, y a la que este diario ha tenido acceso, los hechos se vienen produciendo desde el inicio del curso pero el supuesto episodio que llevó a la madre a emprender acciones legales se remonta al mes pasado. "Al día en el que sacó mi hija a la pizarra y, al no poder responder a sus preguntas, la profesora le dirigió -presuntamente- una serie de amenazas e injurias delante de toda la clase, tales como "cuatro ojos" algo que le dijo para herirla porque la niña lleva gafas; "vaga"; "no sabes escribir"; "te puedo suspender si quiero"y "te voy a hacer la vida imposible, pasota", entre otras cosas que suponen un trato vejatorio que yo considero que están vulnerando los derechos de mi hija", expone la madre. En el escrito presentado por el abogado de la familia se citan derechos fundamentales de la Constitución Española, como el derecho a la educación y a la integridad moral así como otros preceptos del Código Penal y de la Ley del Menor.

Sin embargo, la dirección del instituto Azorín, centro que cuenta con 996 alumnos y 94 profesores, ha puesto en tela de juicio los hechos que han motivado la denuncia, cuestionando la gravedad de los mismos y asegurando que la profesora acusada mantiene un comportamiento "completamente correcto" con el alumnado y con el resto de compañeros. Prueba de ello es que, después de que la jefatura de Estudios tuviera conocimiento de lo sucedido, la dirección del centro ni siquiera consideró necesario abrir un expediente interno, ni tampoco se incorporó el caso al programa Previ de la Conselleria de Educación que registra las incidencias de la convivencia en el entorno escolar.

Las mismas fuentes apuntan a que se trata de un asunto sin relevancia ni trascendencia que se podría haber resuelto perfectamente, tal y como se le propuso en su día a la madre, manteniendo una reunión con la profesora para dialogar y aclarar lo sucedido buscando un "acercamiento sereno y racional" entre ambas partes. Propuesta a la que, según se señala desde la dirección, la madre renunció como también se negó a cursar una queja formal por escrito limitándose a decir que los iba a denunciar.