La concejalía de Cultura y Patrimonio de Petrer ha iniciado el expediente, que este jueves será aprobado por el pleno de la Corporación municipal, para tramitar la declaración del baile de «Les Carasses» como Bien Inmaterial de Relevancia Local. Una figura jurídica que debe ser aprobada por la Conselleria de Cultura y tiene por objetivo proteger, dar valor e incrementar la difusión de una actividad plenamente enraizada en la tradición cultural de Petrer.

Los estudios de Vicent Navarro i Tomás apuntan a que esta peculiar celebración podría remontarse al siglo XVII, con la repoblación por la expulsión de los moriscos, datando la primera referencia documentada al siglo XIX.

Los participantes son grupos de personas anónimas disfrazadas con diversas prendas y con la cara cubierta con una tela blanca pintada a mano imitando, de forma llamativamente sencilla, los rasgos faciales humanos. De ahí el nombre de «carasses» por tratarse de máscaras o caretas. Cuando llega octubre se reúnen en la plaça de Baix y desfilan por las calles del casco antiguo, a ritmo de dulzaina y tamboril, mientras interpretan unas sencillas danzas. Además, durante el recorrido se dedican a increpar, satirizar y sobar al público, que los aguarda en las calles, de forma irreverente. Lo que los petrerenses denominan «se clavan».

Patrimonio oculto

El concejal de Cultura, Fernando Portillo, ha explicado que con el expediente también se pretende «valorar y reconocer el trabajo de aquellas personas y asociaciones que han mantenido viva esta tradición, desde que se recuperó tras los años en la que estuvo prohibida durante la dictadura». De hecho, el próximo lunes el director del Museo Dámaso Navarro, Fernando Tendero, acompañado por la concejala de Fiestas, Ana Tortosa, y por dos vecinas y «carasseras» como son Reme Vera y Concha Navarro, participarán en las «III Jornades de Patrimoni Ocult», que se celebran en la Universidad Politécnica de València, en las que darán a conocer al público académico la historia y las características de esta fiesta, haciendo incluso una demostración en directo de cómo se transforma una persona en «carassa».

También el director del Museo ha destacado que, desde hace unos años, las fiestas, costumbres y tradiciones de los pueblos se están revalorizando como elementos del patrimonio cultural, junto con los monumentos, yacimientos arqueológicos y los bienes muebles. «Un patrimonio integral que hay que conocer, proteger y divulgar», apostilla Tendero.