Mayor control policial en las calles. ÁXEL ÁLVAREZ

Toma de temperatura y gel para acceder al Ayuntamiento. ÁXEL ÁLVAREZ

Pinoso ha evitado ser el primer municipio de la provincia de Alicante en ser confinado por la Generalitat Valenciana tras dispararse el número de positivos en covid-19 durante las dos últimas semanas. La rápida intervención del Ayuntamiento, adoptando medidas de prevención más restrictivas, y la responsabilidad de los vecinos, favorecida por el miedo que genera el enemigo invisible, ha evitado que la pandemia siga extendiéndose por este municipio del Medio Vinalopó con una población inferior a los 8.000 habitantes.

En la primera oleada apenas se registraron casos. Un factor que ha podido influir en la relajación individual y social frente al virus. Pero todo parece indicar que el principal foco procede de la vecina localidad de Jumilla, que la semana anterior fue confinada por el Gobierno de Murcia al producirse un incremento exponencial de casos. Entre Jumilla y Pinoso hay muchos vínculos familiares, laborales y sociales, por lo que las autoridades sanitarias valencianas no descartan una relación directa en la trasmisión de la enfermedad. Otro de los aspectos que ha podido facilitar la propagación del virus entre los pinoseros ha sido el alto número de casos asintomáticos, lo que dificulta su detección para que ser puestos en cuarentena lo antes posible. También se han dado casos de irresponsabilidad. Como el de una persona que llevó a su hijo al colegio al inicio del curso y poco después se supo que ambos habían dado positivo.

El viernes la consellera Ana Barceló mantuvo una nueva reunión telemática con el alcalde Lázaro Azorín y le felicitó por las medidas adoptadas y el trabajo coordinado con Salud Pública. El primer edil, por su parte, ha querido agradecer a la ciudadanía «su ejercicio de responsabilidad y el esfuerzo llevado a cabo» al asumir con civismo el cierre de parques y jardines, la suspensión de las actividades culturales, sociales, deportivas y extraescolares, el control de aforos en los edificios públicos, las limitaciones en comercios, bares y restaurantes, la cancelación de fiestas particulares y eventos en la vía pública así como una vigilancia policial más incisiva para velar por el cumplimiento de los protocolos.

Desde que el lunes se emitió el bando municipal con las nuevas medidas se aprecia en Pinoso un cambio de actitud social. La mayor parte de los vecinos está saliendo a la calle solo para trabajar, hacer deporte o resolver asuntos prioritarios. A pesar de ello, según los datos que maneja Sanidad, el número de positivos ha seguido creciendo en los últimos días. Pero lo ha hecho con una incidencia mucho menor que la registrada al inicio de la semana. La curva de positivos se está estabilizando «y en las próximas semanas vamos a conseguir salir adelante, juntos y más fuertes, si todos somos responsables y colaboramos», subraya el alcalde tras destacar el compromiso del tejido empresarial de la localidad al reactivar los protocolos de prevención. Precisamente los primeros contagios que se produjeron en Pinoso cuando la pandemia estalló eran de origen laboral. Ahora, sin embargo, son de origen social.

Casi todas las personas consultadas a pie de calle coinciden en señalar que en la población hay miedo. Una emoción que se ha intensificado tras conocerse que una pinosera de 66 años, con patologías de riesgo, ha sido la primera víctima mortal por coronavirus registrada en el Departamento de Elda desde junio. Las visitas de familiares y turistas de zonas con mayor incidencia de covid-19, la relajación de las medidas preventivas tras levantarse el confinamiento y las actitudes irresponsables, tanto de jóvenes como de no tan jóvenes, son los factores destacados por los entrevistados como causas de un repunte del virus que ha puesto a Pinoso en guardia.