Elda, una ciudad que deja huella

Elda es una de las principales ciudades del interior de la Costa Blanca. Buena parte de su riqueza está basada en la industria del calzado, que en la actualidad cuenta con modernas empresas que apuestan por la innovación, el diseño y la calidad. Pasear por Elda permite, de hecho, disfrutar de una notable variedad de comercios donde encontrar zapatos para todos los públicos y, en especial, el famoso calzado de señora de Elda, emblema de la ciudad, así como otros productos de gran calidad.

Además, cuenta con el Museo del Calzado, la más amplia colección de zapatos, maquinaria y herramientas vinculadas a la historia y producción de calzado de toda España y una de las principales del mundo. También, se entrega todos los años el premio «Mejor Calzada de España» a mujeres de reconocido prestigio social y mediático. 

Explora la Elda Emblemática

Elda tiene destacados lugares de interés patrimonial, como el Castillo-Palacio de origen musulmán, que en la actualidad está siendo sometido a una importante restauración. Asimismo, en el centro histórico se encuentra la Iglesia de Santa Ana y lujosos edificios modernistas financiados en su día por la burguesía zapatera, como el Casino o la Casa de la Viuda de Rosas. 

Otra joya patrimonial es el Teatro Castelar, que este año celebra su 120 aniversario y que en la actualidad acoge obras y espectáculos de primer nivel. Además de su espectacular interior, en su fachada principal encontramos la estatua dedicada al famoso bailaor eldense, Antonio Gades. 

Ya a las afueras, cerca de una imponente torreta medieval del siglo XII desde la que disfrutar de las vistas del valle, se encuentra el Yacimiento Arqueológico del Monastil. De gran importancia en época romana, contenía una de las paradas de la vía Augusta, entre sus vestigios, destacan tres hornos de una alfarería romana y los restos del primer monasterio bizantino de la península. 

Las piezas aparecidas en el Monastil y en otros yacimientos de la ciudad se exponen en el Museo Arqueológico de Elda, donde se contemplan, entre otros, la suela de esparto de una sandalia romana, la escultura de una sirena íbera, o piezas de un sarcófago romano.

Periódicamente, la Concejalía de Turismo ofrece visitas guiadas a la ciudad, que incluyen el Teatro Castelar y al yacimiento del Monastil, y visitas teatralizadas, entre las que destaca «Las Voces de la República», que se remonta a los instantes finales de la Guerra Civil cuando, durante diez días, Elda fue capital de España. 

Turismo activo y naturaleza

En el término municipal podemos encontrar parajes naturales como el Pantano de Elda, declarado Zona Húmeda de la Comunitat Valenciana, que data del siglo XVII. Cuenta con un alto valor ecológico y paisajístico en el que destaca, por su singularidad, el bosque de tarays.

Otro lugar relevante por su valor ambiental y cultural es el Monte Bolón, que por su cercanía al casco urbano constituye un paraje natural idóneo para pasar un día de naturaleza en familia o entre amigos, con senderos señalizados. Además, en Bolón podemos disfrutar de tres Vías Ferratas de diversa dificultad. En total, más de mil metros de recorrido que incluyen varios puentes y dos tirolinas. Una experiencia inolvidable para disfrutar desde las alturas. 

Con sabor a Elda

Para poner la guinda a nuestra visita, Elda cuenta con una amplia oferta de restauración, con gran variedad de establecimientos de calidad que ofrecen tanto platos típicos como cocina de vanguardia. En el mes de mayo, la ciudad celebra sus primeras jornadas gastronómicas «Sabor a Elda», como tributo a su rica herencia culinaria, en el que participan numerosos restaurantes de la localidad con menús especiales elaborados para la ocasión. Desde platos icónicos que han pasado de generación en generación hasta reinterpretaciones modernas que despiertan los sentidos. Una amplia propuesta de menús y tapas de las que disfrutar.  

Y, por supuesto, las fiestas son otra de las señas de identidad de Elda: Moros y Cristianos, Fallas, Fiestas Mayores, Semana Santa, Cabalgata de Reyes. Un calendario repleto de actos festeros que llenan las calles de la ciudad de color, música y alegría.