La Policía Nacional de la Comisaría de Elda-Petrer ha llevado a cabo cinco detenciones, cuatro hombres y una mujer de nacionalidad española y de entre 40 y 61 años de edad, y se ha incautado de 550 gramos de cocaína de gran pureza y cerca de 6.000 euros en efectivo en una operación llevada a cabo en ambas ciudades aunque centrada en el municipio de Petrer. El dispositivo ha incluido varios registros domiciliarios y tres de los cinco arrestados han sido enviados a prisión provisional, comunicada y sin fianza. Fue el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Elda, en funciones de guardia, quien recibió a los detenidos el pasado viernes y acordó, para los otros dos arrestados, la libertad provisional con cargos. Las fuentes judiciales consultadas han indicado que la causa está abierta por un delito contra la salud pública pero todavía se encuentra bajo secreto de sumario.
Con esta operación se han desmantelado dos puntos negros de venta de cocaína al menudeo en un conocido barrio de la localidad de Petrer, interviniendo los agentes más de medio kilo de la mencionada sustancia. La investigación ha sido desarrollada por los agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Elda-Peter, tras recibir información sobre un grupo de personas que se habían asentado en la localidad y que presuntamente disponían de varios domicilios, parte de los cuales estaban siendo utilizados para la venta al menudeo de sustancias estupefacientes, principalmente y casi en exclusiva cocaína.
Durante varias semanas los policías establecieron un dispositivo de vigilancias sobre los domicilios. A pesar de la dificultad que entrañaba el no ser descubiertos consiguieron ubicar perfectamente los inmuebles, dos de ellos utilizados para la venta de la droga, situados en la misma calle, y el otro usado presuntamente como almacén desde donde la sustancia era distribuida. La afluencia de los presuntos consumidores a los domicilios donde se dispensaban los estupefacientes era constante, de día y de noche, sin respetar las medidas de restricción de la movilidad impuestas por la Generalitat debidas a la pandemia del covid-19.
Gracias al dispositivo policial establecido los investigadores pudieron identificar a todos los miembros que formaban el grupo criminal. De esta forma una vez plenamente identificados se desplego un amplio operativo policial en el que los agentes de la Policía Judicial fueron apoyados por policías uniformados de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Comisaría de Elda-Petrer y en el transcurso del cual se detuvo a las cinco personas investigadas, desarticulando el grupo criminal y procediendo al registro de los tres inmuebles utilizados presuntamente para vender y almacenar la droga.
En los registros los agentes localizaron casi 550 gramos de cocaína de gran pureza, cerca de 6.000 euros en efectivo y diferentes útiles de los usados para la preparación de las dosis que posteriormente era vendidas a los consumidores.
La última gran operación policial llevada a cabo en Elda contra el tráfico de drogas se remonta a abril de 2020. Agentes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y Agencia Tributaria desarticularon en Elda y Petrer, en pleno Estado de Alarma por la crisis sanitaria del covid-19, una banda de narcotraficantes y desmantelaron un punto negro de distribución de drogas situado en la Loma Badá de Petrer. Concretamente detuvieron a tres miembros de la organización y se incautaron de tres kilos de hachís y cocaína.
Tras varios meses de investigación se pudo determinar la existencia de un entramado criminal dedicado al tráfico de estupefacientes a distinta escala.
Una de las líneas estratégicas de la investigación estaba centrada en una parte de la organización criminal compuesta por un grupo de ciudadanos españoles asentado en la localidad de Elda y otras adyacentes como Petrer, ambas en la provincia de Alicante. Dicha ramificación criminal se sustentaba gracias a la participación delictiva de numerosos individuos afincados en dicha zona, con múltiples antecedentes. La organización tenía tres funciones perfectamente delimitadas. Una parte del grupo ofrecía apoyo logístico proporcionando recursos materiales y humanos para llevar a cabo actividades de narcotráfico. Esta sección de la organización se encargaba de conseguir vehículos sustraídos, en su mayoría todoterrenos de alta gama, para realizar el transporte de la droga. Estos vehículos, de gran capacidad y potencia, eran claves para poder realizar el transporte de la droga mediante la técnica del «Go Fast», que consiste en la realización de portes rápidos de la droga por carretera. Otros miembros se encargaban del almacenamiento y custodia de la droga utilizando para ello viviendas llamadas «guarderías». Y un último grupo estaba formado por «correos» que se ocupaban de la distribución de la sustancia en diferentes puntos negros de la provincia de Alicante.
