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Los dueños de 6 perros que atacaron a un vecino de Pinoso y falleció alegan que no sabían que eran peligrosos

La viuda de la víctima declara en el juicio que unos días antes dos de estos canes mordieron a un vecino, pero este no se acuerda ahora si eran los mismos

Los dos acusados, a la izquierda, en el juicio que se celebra en Alicante. PILAR CORTÉS

Los dos propietarios de los seis perros que se escaparon de una finca y atacaron en Pinoso a un hombre de 74 años que murió días más tarde en el Hospital de Elda han declarado en el juicio que no tuvieron incidentes previos con sus canes y que desconocían que fuesen de raza potencialmente peligrosos, de ahí que no tuviesen contratado un seguro de responsabilidad civil. La vista oral, que concluirá este martes, se celebra en el juzgado de lo Penal numero 7 de Alicante y además de los dos acusados, para los que la Fiscalía pide dos años y tres meses por homicidio por imprudencia grave, han declarado la viuda del fallecido -que presenció el ataque-, así como sus tres hijas y vecinos de la zona.

El dueño de los perros ha manifestado asimismo que pidió permiso al Ayuntamiento de Pinoso para sacrificar a los seis perros dos meses después de ser internados en un centro canino y ha justificado como "una tontería mía" el hecho de que en las cartillas y los pasaportes de los canes figurase que eran mezcla de bóxer y american stanford, incluida entre las razas potencialmente peligrosas.

Tanto este acusado como su pareja han explicado en el juicio que tenían en su casa a los seis perros que atacaron al hombre y a sus padres, un bóxer blanco y la perra registrada por el veterinario como american stanford. Han indicado que la recogieron de una Protectora de Animales de la zona y que allí les dijeron que podría "tener parentesco con american stanford, pero no que fuese de esa raza".

Los dos acusados también han negado incidentes previos de sus perros con otros vecinos, aunque tanto la viuda como sus hijas han sostenido lo contrario y aseguran que mordieron a un vecino unos días antes y no se tomaron medidas para prevenir nuevos ataques, como el que desgraciadamente ocurrió poco después.

La viuda ha señalado que tras el anterior ataque a su marido se reunieron con el padre del acusado y le dijeron que tenía "que poner remedio a esto porque era un aviso de lo que podía pasar". La respuesta, según la testigo, fue que no tenían medios económicos para realizar un vallado en condiciones, algo que se hizo dos meses después del ataque.

El ataque de los perros ocurrió la tarde del 26 de octubre de 2016 en una finca de la pedanía de El Faldar. Remedios, la viuda de José Sellés, ha rememorado con tristeza el ataque sufrido por su marido. Ella estaba dentro de la casa y su marido acababa de entrar a la parcela después de darse un paseo. Escuchó ladrar a los perros y al asomarse vio "que estaban alrededor de mi marido", por lo que salió fuera.

Sin embargo, unos segundos más tarde tuvo que refugiarse corriendo en la vivienda porque "cuando me di cuenta tenía a dos perros cerca de mi y me dio el tiempo justo de meterme en casa; no pude arrimarme porque venían a por mi". Desde el interior presenció aterrada cómo atacaban los perros a su marido y comenzó a pedir socorro a sus vecinos, propietarios de los perros, y llamó a una de sus hijas para que llamara a una ambulancia.

El dueño fue el primero en llegar a la parcela y a continuación su pareja, quien fue recogiendo a los seis perros para llevarlos a su domicilio. Remedios indicó que los perros arrastraron a su marido "unos veinte metros" y que el dueño se quedó junto a José "pero no hizo nada".

La viuda también ha explicado que presenció unos días antes cómo dos de los perros atacaban a un vecino de la zona, el cual pudo "entrar en mi casa y mi marido y yo le curamos las heridas". El dueño de los canes ha indicado al respecto que este vecino, cuya pareja es prima suya, le dijo que había tenido un problema con unos "perros callejeros", no con los suyos.

Este vecino también ha declarado hoy en el juicio, pero no ha aclarado si los perros que le mordieron son los mismos que atacaron a José Selles. Ha manifestado que no se acuerda de lo ocurrido y su mujer ha reconocido que a ella un día intentaron agredirla.

Los propietarios de los seis perros que atacaron a un hombre en Pinoso PILAR CORTES

Una de las cuestiones que tratan de dilucidarse en el juicio, a efectos de la responsabilidad civil de una aseguradora, es si la pareja vivía con los perros en la finca de la que se escaparon o en un piso de Pinoso donde el padre del hombre acusado tenía contratada una póliza. La pareja ha asegurado que vivían en el piso con los ocho perros y que acudían a la finca cuando no trabajaban. Por contra, la viuda y sus hijos han asegurado lo contrario y han afirmado que los perros siempre estaba en la finca.

Por otro lado, mientras que familiares de la víctima afirman que llevaban sueltos a los perros cuando los sacaban a pasear, los dueños han indicado que los llevaban atados.

Cuando se produjo el ataque al hombre de 74 años, el dueño ha relatado que había entrado unos segundos a la casa para sacar un café y que cuando salió ya estaban en casa del vecino. Fue corriendo y tras saltar el muro afirma que vio que tres de los perros olfateaban la mano a su vecino y que el resto estaban "dispersos". "Les llamé y tranquilicé al hombre además de pedir un móvil para llamar a emergencias", ha manifestado el acusado.

Por su parte, la acusada ha indicado que ella estaba dentro de la casa cuando oyeron los gritos de su vecina y salieron alarmados. "Nadie nos dijo que podían ser peligrosos", ha destacado la procesada.

La pareja propietaria de los seis perros ha explicado asimismo que la zona de la valla por donde se escaparon los animales tenía unos alambres cortados, algo que no era la primera vez, y resaltaron que, al haber un coto de caza cerca, tenían problemas con cazadores porque disparaban hacia su casa al haber tórtolas y palomas.

La familia del fallecido asegura desconocer los problemas con cazadores en dicha zona y la viuda ha insistido en su declaración en que "esos perros daban miedo" y que no denunciaron antes porque "eran vecinos". Según esta testigo, los dueños de los perros "también veían el peligro, pero no hacían nada".

Una hija del hombre atacado por los perros ha explicado en la vista oral que tras el fallecimiento de su padre acudió con una hermana a una reunión con el alcalde de Pinoso y les dijo que no podían llevarse a los perros de la finca porque "igual costaba 2.000 euros tenerlos en un centro y el pueblo no podía pagarlo". Además, según esta testigo, planteó la posibilidad de dar a la familia los 400 euros de la sanción administrativa que se podía imponer a los dueños de los animales. Por otro lado, ha manifestado que los perros volvieron escaparse tras la muerte de su padre y que cuando acudió a presentar denuncia en la Guardia Civil un sargento "me dijo que mi padre estaba muerto porque el Ayuntamiento no ha hecho su trabajo".

La Fiscalía, además de los dos años y tres meses de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave debido al incumplimiento de las mínimas normas de seguridad y crear un peligro real paseando a los animales sin atar ni bozal, reclama una indemnización de 120.000 euros para la viuda y 20.000 euros para cada una de las tres hijas. La acusación particular eleva a 150.000 euros la petición de indemnización para la viuda y 20.000 a cada hija.

La acusación particular también reclama la responsabilidad civil del Ayuntamiento de Pinoso porque la Policía Local tuvo conocimiento del ataque ocurrido el 18 de octubre y considera que no hizo nada para evitar que se repitiera. La aseguradora Caser también figura como posible responsable civil subsidiaria por una póliza que cubre los daños causados por animales domésticos.

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