La concejalía de Medio Ambiente de Novelda ha puesto en marcha, a través de la subvención otorgada por la Diputación de Alicante para el control de plagas de dípteros, la campaña anual de control de mosquitos en el casco urbano, zonas verdes, cauce del río Vinalopó y parajes de la zona rural con acumulación de agua.
La empresa concesionaria para el control integrado de plagas, Lokimika, ha iniciado los tratamientos anuales de control de mosquitos, adelantando las fechas habituales de inicio, tras las abundantes lluvias de las últimas semanas y el aumento de temperaturas de la época, para evitar la eclosión y aparición de insectos.
Lokimika ha iniciado una actuación, que se desarrollará durante las próximas semanas, en la que se realizarán tratamientos en los principales imbornales de la población, zonas verdes, cauce del río Vinalopó y en áreas de acumulación de agua en zonas rurales de la ciudad.
Esta actuación, que se mantendrá periódica hasta el mes de octubre, pretende combatir la aparición de mosquitos -especialmente del mosquito tigre por sus peligrosos efectos sobre la salud- en los espacios con aguas estancadas, a través de técnicas de aplicación de larvicidas y adulticidas de baja toxicidad que generan menor impacto ambiental.
Aparte de producir hinchazones con molestias y escozores, las picaduras del mosquito tigre pueden ser transmisoras de enfermedades muy peligrosas, extrañas y de difícil tratamiento como el dengue, chikunguña, la fiebre amarilla y así hasta más de 20 infecciosas y víricas.
Con una longitud de entre unos 5 y 10 milímetros, el tigre constituye un mayor problema que el mosquito tradicional porque actúan a cualquier hora del día y su picadura puede incluso atravesar la ropa.
Mélani Sánchez, concejala de Salud en Novelda, ha señalado que en el control del mosquito es “fundamental la colaboración ciudadana, sobre todo frente al mosquito tigre, ya que muchas veces aprovechan las pequeñas acumulaciones de agua para realizar sus puestas”.
Sánchez ha hecho hincapié en la necesidad de controlar las zonas de acumulación de agua, como balsas o piscinas que no estén cloradas, y pequeños recipientes de agua como bebederos de animales, maceteros o pequeños imbornales y ha recordado que “la falta de tratamiento de grandes acumulaciones de agua, como balsas o piscinas, podría considerarse una infracción sanitaria y de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana, lo que acarrearía sanciones de entre 750 a 1.500 euros”.
Tratamiento
Por su parte Lidia Nájar, técnica de Lokimika, ha indicado que se están realizando “tratamientos larvicidas, respetuosos con el medio ambiente, que se completarían con adulticidas en caso de proliferar mosquito adulto” y ha subrayado que en la prevención del mosquito es “vital el control particular, en nuestro hogares, de las acumulaciones de agua”.
Los ciudadanos pueden ponerse en contacto con el departamento de Medio Ambiente para comunicar la aparición de cualquier foco de mosquitos en espacio público a través del correo electrónico calidadambiental@novelda.es o en el teléfono 965 60 26 90.
Respecto al mosquito tigre cabe señalar que hace solo una década todavía era una rareza en la Comunidad Valenciana. Solo se sabía de la presencia del mosquito tigre (con una picadura más agresiva y una franjas características blancas y negras) en dos municipios valencianos. Su expansión (o más bien su detección precisa) empezó a crecer a mediados de década al calor de la preocupación que despertaban las enfermedades que proliferan por culpa de su picotazo: el dengue, la chikunguña y, sobre todo, el zika. Y lo ha hecho «como una mancha de aceite»: los expertos lo sitúan ahora en torno a los 350 municipios, lo que supera el 65% de todo el territorio y, pese a la expansión exponencial la cifra «todavía tiene que subir más».
Evitar acumulaciones de agua
Desde las más pequeñas a las más grandes: platos de macetas, ceniceros, cubos, piscinas de plástico, así como en zonas de drenaje o depresiones del terreno. También hay que vaciar con frecuencia los platos de bebida de animales domésticos y todos los objetos que acumulen agua de lluvia, sobre todo, en piscinas y mobiliario de jardín. Tapar depósitos o bidones, mantener adecuadamente las piscinas (con los niveles de cloro adecuados) y fuentes ornamentales y revisar periódicamente los desagües y canaletas.
