El Ayuntamiento de Villena quiere preservar los restos arqueológicos del castillo de Salvatierra, un Bien de Interés Cultural (BIC) tan deteriorado como desconocido que corona la sierra de la Villa.

Con tal fin la concejala de Cultura, Elena Benítez, y la edil de Participación Ciudadana, Alba Laserna, han anunciado la solicitud de una subvención de 438.000 euros a la Diputación Provincial de Alicante para el desarrollo del proyecto de protección y recuperación de una fortaleza abocada a desaparecer por la erosión, los actos vandálicos y el expolio de los buscadores de antigüedades. De ahí el carácter urgente de la intervención.

La ayuda solicitada a la Corporación provincial se enmarca dentro del Plan para la Rehabilitación y Puesta en Valor del Patrimonio Arquitectónico de Carácter Histórico Municipal. Una convocatoria a la que pueden acogerse los municipios de menos de 75.000 habitantes. En este sentido, el proyecto del equipo de expertos considera que sería necesaria una inversión de 438.000 euros para la consolidación urgente de los restos arqueológicos, la restauración de diferentes elementos del castillo y la mejora de la accesibilidad e información.

Precisamente este proyecto fue uno de los seleccionados en el proceso de los Presupuestos Participativos de Villena y para el equipo de gobierno local de PSOE-Verdes sería una excelente noticia disponer de fondos extraordinarios para su ejecución.

Plano del proyecto de restauración y puesta en valor del castillo de Salvatierra. INFORMACIÓN

El castillo de Salvatierra fue la primera fortaleza de Villena y su construcción se remonta, según los últimos estudios, al siglo XI o principios del siglo XII sobre las ruinas de un antiguo poblado íbero, en el periodo de dominación musulmana. Entonces cumplía funciones de vigilancia y control de la vía de paso que comunicaba la meseta con las tierras valencianas pero en el siglo XIV fue abandonado tras la construcción del castillo de la Atalaya.

La concejala de Cultura considera que es urgente una actuación en este monumento a la vista del fuerte deterioro que le ocasiona el clima, puesto que está situado en un punto poco protegido de los vientos en la sierra de la Villa. “No obstante, el principal problema que sufre ha venido de la mano de expoliadores que han realizado excavaciones clandestinas e ilegales que han deteriorado la estructura de la muralla exterior, en muchos casos vaciando el relleno arqueológico hasta la roca base”.

El elevado coste de la operación -superior a los 230.000 euros- está vinculado a las dificultades de acceso al BIC porque se encuentra en un enclave muy escarpado y de fuerte desnivel. Además, al estar situado a 700 metros sobre el nivel de mar sería necesario acarrear los materiales por helicóptero, lo que encarece el proyecto de restauración. Para acceder a la fortaleza sólo se puede hacer el recorrido a pie desde el sendero que comienza en el paraje de Las Cruces, lo que facilita la inmunidad del expolio y los actos vandálicos que se cometen.