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La campaña en las redes

Políticamente incorrectas

Las búsquedas que Google sugiere al teclear el nombre de un candidato desvelan lo que más interesa a los internautas

Ya pueden los partidos políticos devanarse los sesos para posicionar en Internet el nombre de sus candidatos, colgar de la manera más atractiva posible sus programas electorales o trabajar bien las redes sociales, que luego llega Google y te puede echar por tierra todo ese esfuerzo con algo tan simple, accesible y en realidad democrático como es su herramienta de búsquedas relacionadas.

Cuando uno comienza a escribir una consulta en Google, el buscador automáticamente sugiere por debajo de la barra principal palabras o grupos de palabras relacionados. Del mismo modo, una vez realizada la búsqueda y aunque uno no haya hecho caso a las propuestas mostradas por el robot, al final de la primera página de resultados quedan agrupadas varias de ellas. Unas sugerencias que no son otra cosa que lo que la gente busca con mayor frecuencia en relación a tu misma consulta. Sin trampa ni cartón. Así lo confirma el alicantino Álex Navarro, cofundador de Quondos y uno de los más reputados expertos en SEO de España, quien explica que «esta herramienta ya se usó en Estados Unidos para desprestigiar a George W. Bush y fue una campaña tan potente que logró que las búsquedas relacionadas fueran muy negativas para él».

A más búsquedas lanzadas sobre unas palabras en concreto, más relevancia le da Google a las mismas. En este sentido, en el algoritmo del buscador también influye mucho encontrar páginas web que recojan esos términos. Así las cosas, los jefes de campaña y community managers de los candidatos tienen la posibilidad de saber lo que verdaderamente suscita mayor interés sobre ellos entre los internautas.

Este diario ha hecho una batida sobre los principales políticos de la provincia y de la Comunidad que concurren a la cita del 24M y, en resumen, podría decirse que interesa casi todo menos lo que los candidatos desearían. Cuestiones estéticas, el estado civil, anécdotas sobre ellos o su posible relación con tramas de corrupción centran buena parte de las búsquedas.

En el caso de los aspirantes a presidir al Consell, de Alberto Fabra se busca si tiene parentesco o no con Carlos Fabra, e incluso con Andrea Fabra, hija de éste último. También «Alberto Fabra apollo», por el fotomontaje que circuló en su día sobre una falta de ortografía que habría cometido al escribir una dedicatoria. De Ximo Puig interesan mucho sus temas capilares y su posible pasado catalanista. El resto de candidatos a la Generalitat o bien no generan tantas búsquedas como otras personas con nombres iguales o similares al suyo, como es el caso de Ignacio Blanco (EUPV) y Antonio Montiel (Podemos), o las que tienen son en mayor o menor medida las deseables, como ocurre con Mónica Oltra (Compromís), Carolina Punset (Ciudadanos) o Alicia Andújar (UPyD).

Con respecto a los candidatos municipales en la provincia, los votantes buscan en Internet saber si Asunción Sánchez Zaplana es familia de Eduardo Zaplana o el vínculo con Unión Valenciana del alcaldable socialista Gabriel Echávarri. De los de Elche, si hay relación de la alcaldesa Mercedes Alonso con la trama Gürtel (igual le ocurre en Elda a Adela Pedrosa) o si la aspirante de Compromís en esa misma ciudad, Mireia Mollà, tiene novio; o directamente se pone en la búsqueda que «está buena». Por su parte, el candidato socialista Carlos González no le puede hacer sombra al famoso pediatra que lleva su mismo nombre.

¿Se puede solucionar todo esto? Álex Navarro apunta que existen algunas técnicas para lanzar búsquedas automáticas, pero lo más factible es favorecer que las consultas sean positivas para eliminar las malas de la lista de sugeridas.

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