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BARÓMETRO

El recibo de la luz escala hasta ser la primera preocupación

La subida de la electricidad desbanca al paro como principal motivo de desazón, y las listas de espera hospitalarias, la pandemia y la situación económica siguen inquietando

Por otro lado, la pandemia entra por primera vez en la encuesta, y llega al sexto puesto

El precio de la luz lleva ya muchas semanas -demasiadas- batiendo récords históricos diarios. Hasta el punto de que este mismo jueves se llegaron a alcanzar los 288,53 euros/megavatio hora (MWh). Cierto es que la caída del viernes rompió la racha al alza con la que comenzó octubre, pero, aún así, la electricidad sigue siendo cinco veces más cara que hace un año. Por eso mismo, no es extraño que la factura de la luz se haya convertido en la principal inquietud de los valencianos y valencianas, con niveles que superan de largo el ocho en una escala de preocupación que va del cero al diez. Desbanca así de la primera posición al paro como principal motivo de desazón, y se pone por encima de la situación sanitaria y económica, que, obviamente, continúan inquietando, y más en el contexto de una pandemia que parece que ya se da por controlada, pero que aún no está superada completamente. Precisamente el tema en el que la ciudadanía muestra menor confianza en la labor de la Generalitat es en el de la tarifa eléctrica, que, al fin y al cabo, depende del Gobierno central. Así se desprende de la encuesta de otoño elaborada por Invest Group para las cabeceras de Prensa Ibérica en la Comunidad Valenciana: INFORMACIÓN, Levante-EMV y Mediterráneo de Castellón.

En concreto, y tras el recibo de la luz, se sitúan como principales quebraderos de cabeza para la ciudadanía las listas de espera hospitalarias, el desempleo, la situación sanitaria y económica, y la pandemia, todas con una puntuación por encima del ocho. Ahora bien, en este particular ranquin destaca especialmente la forma en la que se dispara la preocupación por las demoras sanitarias, un problema ya estructural, que, además, se ha agravado como consecuencia del coronavirus. Hasta el punto de que, si en 2019 estaba en la décima posición, el año pasado subió al cuarto puesto y, en esta ocasión, ha llegado hasta el segundo lugar.

Por otro lado, la pandemia entra por primera vez en la encuesta, y llega al sexto puesto. Preocupa más la situación sanitaria que el covid propiamente dicho, aunque no hay que perder de vista que este estudio llega prácticamente en un momento en el que las cifras de contagios por fin han empezado a dar una tregua, hasta el punto de que la Comunidad Valenciana y España ya han entrado en un nivel bajo de transmisión, y se han empezado a levantar casi todas las restricciones que estaban en vigor. En este sentido, el Botànic recibe aquí un respaldo claro: la única inquietud en la que la encuesta arroja un balance positivo en cuanto a confianza en el Ejecutivo autonómico ha sido la pandemia.

A partir de ahí, aunque con algunos matices, los entrevistados mantienen la jerarquía de preocupaciones con respecto a hace doce meses. Así las cosas, tras la pandemia, aún en el top ten, y con valoraciones por encima del 7,5, están la educación (7,82), la corrupción (7,81), el medio ambiente y el cambio climático (7,73) y la vivienda (7,57). Mención aparte merece la ocupación ilegal de viviendas, que el año pasado no sólo entró por primera vez, sino que se situó entre las diez principales causas de desasosiego de la ciudadanía en la Comunidad Valenciana. Una cuestión ésta que se estrenó en el sondeo por el efecto de las televisiones, aunque los expertos sostienen que no hay datos objetivos que puedan sustentar el temor que genera este tema, y que repite, con una puntuación de 7,17 sobre diez, aunque en el puesto doce, por el desplazamiento que ha provocado en las prioridades la entrada del recibo de la luz y del coronavirus.

Por contra, en el furgón de cola se sitúan algunas de las cuestiones que más están centrando la agenda política y de los agentes sociales en los últimos tiempos, como las inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana, que cae a la posición 15, seguida de la infrafinanciación autonómica o el Corredor Mediterráneo, en la 18. El conflicto lingüístico -con el añadido de que el estudio pone en evidencia que la preocupación ha aumentado con el Gobierno valenciano- y la independencia de Cataluña cierran la clasificación.

El análisis por provincias, en cualquier caso, deja algunos detalles sintomáticos. Si bien la factura de la luz es el principal problema para los encuestados en Alicante y en València, en Castellón la situación cambia. Allí preocupan más las listas de espera sanitarias. En cuanto al conflicto lingüístico, resalta que el nivel de preocupación en estos momentos sea mayor en València (5,36) y en Castellón (5,14) y que alcance la cifra más baja en Alicante (4,79), donde precisamente más choques provoca esta cuestión.

Por sexos, las desigualdades de género también se aprecian en la escala de inquietudes. El paro es la segunda preocupación para las mujeres, a sólo siete décimas de las tarifas eléctricas. Obviamente, para los jóvenes de entre 18 y 24 años el desempleo es el principal problema en estos momentos.

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