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Rafa Arjones
Ver galería >«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
Rafa Arjones
«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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«He leído que el Ayuntamiento quiere multar a los que pedimos. No lo entiendo. Estamos en la calle sobreviviendo. De las multas no van a conseguir nada, no podemos pagarlas». Habla Carlos Zamorano, un sintecho natural de La Rioja que lleva desde niño en la capital alicantina. Carlos, que trabajó en el sector de la informática, es conocido en la ciudad porque siempre pide en céntricas avenidas en compañía de sus inseparables libros. Vive en la calle. «No tengo ingresos. Vivo de lo que saco en la calle. Me conformo con tener algo para comer y tomarme un café por la mañana. Con eso me es suficiente», añade Carlos, quien agradece la buena voluntad de muchos alicantinos que le regalan desde mantas a nuevas lecturas.
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