Kiko Femenía, la perla de la cantera del Hércules que fue vendida al Barcelona por dos millones de euros hace tres años, empezará el miércoles a entrenar con el Hércules, ahora en Segunda B, pero el entrenador Pacheta no podrá contar con él.

El jugador de Sanet y Negrals sólo trabajará para adquirir un estado de forma óptimo que le permita fichar por un equipo de superior categoría en enero, cuando se abre de nuevo el mercado. El filial del Real Madrid despidió a Femenía el 1 de septiembre, lo que dejó al jugador en el paro y sin la posibilidad de fichar por ningún club hasta enero.

El Hércules se ha apresurado a aclarar en un comunicado que no se plantea el fichaje de Femenía. En el club tratan este asunto con una delicadeza extrema, ya que el canterano blanquiazul es la pareja sentimental de Elena Ortiz, hija del empresario Enrique Ortiz, quien maneja los hilos del club. En la plantilla ya milita Javier Portillo, otro «yerno» del constructor, quien ha recibido todo tipo de críticas desde la grada por su parentesco.