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El legado de Ortiz: 3 concursos en 18 años

La presencia del empresario en la entidad desde 1999 ha ido acompañada de una deuda que la deja contra las cuerdas

Enrique Ortiz entró en el Hércules en 1999 y se convirtió en el accionista mayoritario del club blanquiazul tras adquirir el 95 % de las acciones y salvar al equipo del descenso a Tercera División tras sufragar las deudas contraídas con la plantilla y trabajadores de la entidad. Creó la empresa Aligestión para gestionar al club herculano desde un lugar saneado y sin intervención por parte de acreedores. Desde ese momento hasta la actualidad el Hércules ha pasado por tres procesos concursales para tratar de reducir la deuda, especialmente a las administraciones públicas, que ha ido creciendo sin freno hasta colocar al club en la situación más comprometedora de su historia.

Año 2000

El Hércules fue pionero en llevar a una Sociedad Anónima Deportiva a una suspensión de pagos. Lo hizo para rebajar la deuda privada y finalmente llegó a un acuerdo para permutar la deuda por acciones de la entidad. Con Hacienda y Seguridad Social el club planteó un pago aplazado en diez años y reducir los cerca de 6 millones de euros que arrastraba desde hace tiempo. Posteriormente, la entidad alicantina dio otro paso más y redujo el valor nominal de las acciones de la sociedad a un euro. De esta forma, los accionistas conservarían el número de títulos aunque con una considerable reducción de su valor. Posteriormente, el club abordó una ampliación de capital para salvar la situación de disolución en la que se encontraba.

Año 2003

Situación complicada la que tuvo que abordar el Hércules cuando Hacienda inició los trámites de embargo contra la entidad alicantina.Los seis millones de euros de deuda a la Administración desembocaron en un nuevo proceso concursal. Tres años después y, tras haberse liberado de una deuda privada que en su momento ascendió también casi a seis millones de euros, el Hércules volvió a introducirse en un proceso idéntico para liberarse de la pesada carga que, dada la categoría

en que militaba la primer equipo (Segunda División B), suponía la millonaria deuda a las Administraciones Públicas.

Año 2011

La entidad herculana presentó la solicitud de concurso de acreedores el 30 de junio de 2011 y entró en dicho proceso el 7 de julio de 2011 con el objetivo de encontrar un plan de viabilidad para la institución y sanear una deuda que ya había alcanzado los 59 millones de euros, según cifras dadas por el club en el momento de iniciarse el concurso. La entidad alicantina solicitó para el convenio de acreedores una quita máxima del cincuenta por ciento y cinco años de plazo para abonar las deudas. El convenio de acreedores para salir de este tercer proceso concursal imponía al club la obligación de acometer dos ampliaciones de capital por un valor de 1,5 millones cada una en enero de 2014 y 2015. La condición era clave para poder hacer uso del aval del IVF de 18 millones.

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