El Hércules ha aguantado el pulso, el cuerpo a cuerpo, la propuesta ofensiva del Ibiza, impropia de una categoría tan poco dada a la asunción de riesgos. Lo ha hecho con intensidad, energía, orden táctico y paciencia, sin dejarse amedrentar por las multiples variantes individuales que Javi Lara se encarga de administrar, convirtiendo los errores cometidos por los insulares en su exuberante (y atrevida) salida de balón, siempre tocando, siempre desde atrás, en ocasiones potenciales de gol. Confiando en Falcón, en la dupla de centrales y en las transiciones canalizadas por Moyita y David Sánchez que ni Buenacasa, primero, ni Alfaro y Borja, después, acertaron a enviar a la red defendida por el ilicitano Parreño, antídoto perfecto para el desatino de los delanteros blanquiazules.

El Hércules lo ha hecho casi todo bien, a su estilo, a la defensiva, aguardando cauto su momento, sin necesidad de exponer innecesariamente, añadiendo al peso del partido la carga de sus ausentes ilustres, conteniendo, robando y saliendo a la contra... Y a punto ha estado de reportarle, al menos, un punto. Pero ha fallado al final, por un despiste, un desajuste, seguramente, como consecuencia del desgaste físico al que te somete el líder invicto, con su pleno de puntos, con su circulación precisa, generalmente a ras de hierba, y sus cambios permanentes de ritmo y de orientación (solo cuando realmente le hace falta).

Sin Appin (que arrastraba una amarilla cuando la tensión en el centro del campo había subido ya varios grados) y sin Moisés (sustituido después de llevarse varios golpes, el más duro de todos en la cara), el Ibiza ha construido un último ataque letal, pausado, profundo, ha movido el balón, se lo ha hecho llegar a Ilyas en las banda derecha y este, pleno de fuerza, ha aprovechado la menor capacidad defensiva de Abde, recién salido del banquillo, para trazar un centro medido a Davo que, en el segundo palo, libre de marca inexplicablemente, ha rematado sin oposición y ha batido a Falcón por segunda vez en lo que va de curso, la primera con la pelota en movimiento.

La derrota convierte al conjuto de Juan Carlos Carcedo en más líder todavía. Ahora aventaja en siete puntos al Hércules, que conserva la segunda posición, eso sí, empatado con el Orihuela, que le lima la diferencia que perdió en el derbi del pasado domingo en el Rico Pérez. El equipo de Cubillo, que ha dispuesto de buenas ocasiones para adelantarse en el marcador a pesar del mayor control y del superior dominio de la posesión de los insulares casi todo el choque, recibe en siete días al Villarreal B, que es cuarto, con 9 puntos, a dos de los alicantinos, que se quedan con 11.