La imagen de decenas de padres y madres agolpados en las vallas o en los muros abandonará los campos de fútbol base de la Comunidad Valenciana a partir del 10 de diciembre. La consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha confirmado hoy en rueda de prensa que los entrenamientos y las competiciones deportivas no profesionales podrán volver a contar con público, aunque todavía con numerosas restricciones. Según ha hecho público la titular de Sanitat, el aforo máximo permitido será del 30% de la capacidad de la instalación y la cantidad tope de espectadores en cualquier evento deportivo que reúna espectadores en la grada será de 150 personas.

Barceló también advirtió de la prohibición de competiciones de marcada tradición invernal: «No se podrán celebrar carreras populares típicas de las fiestas navideñas, como la San Silvestre», ha añadido.

La consellera, que ha comparecido junto a Ximo Puig, ha concretado también, sobre la actividad física, que se permitirá el uso de vestuarios, pero no el uso de las duchas. En la naturaleza, los grupos para hacer deporte solo podrán ser de hasta 30 personas. Entrenamientos y competiciones deportivas no profesionales podrán realizarse con un aforo máximo de 150 personas. En cuanto los guías turísticos, los grupos en espacios abiertos serán de 15 personas y de 10 en espacios cerrados.

Con este leve guiño a la petición formal realizada por la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, que solicitó, a través de su presidente, Salvador Gomar, la presencia de espectadores en los estadios del fútbol modesto para no condenarlo a la desaparición, se alivia ligeramente el problema para los equipos más pequeños, pero, en absoluto para entidades como el Hércules, que dispone de un recinto con capacidad para 30.000 personas y dar acceso a 150 supone menos del 1% de su aforo.