CE Europa 1-0 Hércules CF

El Europa somete a un Hércules acorralado

Los alicantinos caen por segunda vez esta temporada en un barrio de Barcelona después de firmar un partido invisible en ataque

La presión alta local y el arbitraje arrinconan a los blanquiazules en su área

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Bulle con cierto desánimo el paseo de Gràcia. Lo hace con pereza dominical, entre nubes y claros. El trasiego de taxis y autobuses de un lado a otro, la guerra de semáforos, sus avisos para caminantes y los gritos impacientes de los cláxones más burgueses se quedan a la entrada de un estadio incrustado entre edificios con vistas al caucho. Dentro del Nou Sardenya, inesperadamente, la calma es amable, acogedora hasta que los vecinos empiezan a colonizar las gradas. Nadie habla del Barça, mucho menos del Espanyol. El Europa recibe al líder y eso monopoliza todas las conversaciones. Orgullo escapulado en todos los rincones.

Segundo barrio de Barcelona que visita el Hércules y otros tres puntos que vuelan de un plumazo. En ambos casos siendo inferior, sintiéndose impotente, acorralado, víctima de su propia desazón. Cayó con un solo disparo a puerta en un campo pequeño, sin inquietar al portero y sin hacer lo único que demandaba el entrenador para no repetir el fiasco del Narcís Salas: pasar gran parte del tiempo en el campo del rival.

Candelas firmó el único disparo peligroso entre los tres palos y lo hizo en el minuto 94, con el tiempo ya cumplido

No sucedió ni a rachas. Los blanquiazules se mostraron inferiores, incapaces de entender a su adversario, de interpretar un arbitraje propio de la categoría, de adaptarse a las dimensiones del terreno de juego... Desaparecieron literalmente y apenas consiguieron asociarse entre compañeros. Las únicas llegadas al área de Marc Vito fueron impulsos aislados, aventuras solitarias, fugaces, disparos a puerta desde lejos.

Y no fue, como ocurrió en la barriada de Sant Andreu, porque el oponente renunciara al riesgo y se atrincherara. Al revés. El Europa apostó por la combinación desde el primer segundo, sin abusar del pelotazo, mimando el balón, haciéndolo llegar con paciencia hasta las inmediaciones de Carlos Abad, poniendo a prueba sus reflejos.

El Hércules pasó la mayor parte del encuentro en su mitad de parcela sintética, defendiéndose, haciéndolo bien, sin errores, muy concentrado, pero sin conseguir zafarse de la tensión de estar siempre pensando en replegar, rara vez en el despliegue. Eso agota a cualquiera porque no hay ni un minuto de tregua, de disfrute, de hacerle sentir al contrincante que tu amenaza es real, que tu potencial existe.

Mala decisión

Rubén Torrecilla eligió ser conservador, pero con una propuesta distinta a la que llevó hasta Sant Miquel de Balansat. En vez de tres centrales y dos laterales profundos de ida y vuelta, aplicó un doble pivote de contención sin delantero centro puro, sacrificando a De la Nava y obligando a César Moreno y a Carlos Mangada a moverse por el mismo espacio en un campo con estrecheces.

El resultado fue un bloqueo de pasillos interiores y un inicio de jugada pesado, tozudo, muy poco dinámico, generalmente previsible.

En esa tesitura, la pelea se redujo a un bloque sin individualidades moviéndose ágil de forma coral y otro enfurruñado, pendiente de las decisiones arbitrales, enfadándose con el colegiado en lugar de asumir que su forma de jugar no le estaba dando para generar ocasiones de peligro real.

Carlos Abad fue el futbolista que más tiempo tuvo el balón en su poder de todos los que alineó Torrecilla

El primer tiempo fue un ir y venir con practicidad y criterio en un bando y precipitación angustiosa en el otro. Ni siquiera el tanto bien anulado a Alvarito al cuarto de hora sirvió para cambiar el signo de una contienda entre dos proyectos de la parte alta que están llamados a mantener el pulso por el ascenso directo hasta el final de la temporada.

Los jugadores del Hércules saludan al trío arbitral antes del comienzo del partido con el Europa.

Los jugadores del Hércules saludan al trío arbitral antes del comienzo del partido con el Europa. / Mondino / LOF

El Hércules no probó la pericia de Vito hasta el minuto 94, con el tiempo ya cumplido, con Carlos Abad yendo a rematar en busca del milagro. Lo hizo para tratar de salvar un punto, para contrarrestar la excelente combinación en la frontal de los atacantes del Europa, que obtuvieron, diez minutos antes, recompensa a su empecinamiento por no rifar el cuero, por mostrarle respeto, por llevar hasta el extremo una manía muy poco habitual entre los «enemigos» blanquiazules en la cuarta categoría.

Gol a la segunda

La pared entre Manel y Eslava en el saliente del área terminó en las botas de Noel Carbonell, que necesitó dos intentos para alcanzar a batir al guardameta del Puerto de la Cruz. Adelantó a su equipo en una recta final a la que los visitantes llegaron metidos en su área obligados por los centros laterales y el exceso de balones parados concedidos en un santuario en el que ese tipo de abusos se pagan con la derrota. 

Rubén Torrecilla, contrariado con la decisión del colegiado, en el Europa-Hércules.

Rubén Torrecilla, contrariado con la decisión del colegiado, en el Europa-Hércules. / Mondino / LOF

El Europa ha ganado todos sus encuentros en el Nou Sardenya jugando bien al fútbol, aguantando los intentos estériles del Hércules por empatar. Candelas pudo hacerlo, pero su remate salió blando, centrado, con más parábola de la que exige un intento de gol desde tan cerca.

El centro lateral de Samu Vázquez se malgastó del mismo modo que las fuerzas empleadas en protestarle al colegiado adoleciendo de algo tan poco edificante como la manía persecutoria.

«Sudar sangre», por supuesto. Y aprender, también. Si el futbolista que pasa más tiempo con la pelota en su poder es tu portero y al final pierdes tienes que ser capaz de ver más allá de tu cabreo por un supuesto maltrato arbitral. Si no lo haces, entras en un bucle ya explorada que acaba mal. Una jornada ha durado el liderato. Perra vida.

FICHA TÉCNICA

EUROPA: 

HÉRCULES: Carlos Abad, Samu Vázquez, Juanmi, Josema, Candelas, César Moreno (Artiles, 89’), Roger Colomina, Mangada (Galvañ, 89’), Ketu, Alvarito (Nico Espinosa, 76’) y De la Nava (Marcos Mendes, 63’).

GOLES: 1-0, Min. 84: Noel Carbonell.

ÁRBITRO:  Federico Javier Saiz Villares (Madrid) T. Amarillas: a Juanmi, Carlos de la Nava y Ketu, del Hércules.

ESTADIO: Nou Sardenya de Barcelona. Más de 3.000 espectadores en la grada, medio centenar de ellos del Hércules.