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CRISIS EN HONDURAS

Micheletti respetará la embajada de Brasil pero pide que entreguen a Zelaya

El desalojo de los "zelayistas" del exterior de la legación se salda con 150 detenidos y una veintena de heridos

Micheletti respetará la embajada de Brasil pero pide que entreguen a ZelayaREUTERS

El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, prometió ayer al gobernante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que respetará la embajada de ese país, donde se refugia el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, cuyos seguidores fueron desalojados del lugar por la Policía.

Micheletti hizo estas declaraciones después de que Lula, y también el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros líderes internacionales hicieran un firme llamamiento al gobierno de facto para que respete la integridad de la embajada brasileña en Tegucigalpa y de Zelaya.

Tras el desalojo de los seguidores de Zelaya hubo decenas de detenidos y heridos, sin que las autoridades confirmaran al cierre de esta edición que se produjeran víctimas mortales.

"Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede porque esa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones", expresó Micheletti en declaraciones en la Casa Presidencial. Explicó que Brasil debe decidir si le otorga asilo a Zelaya o lo entrega a las autoridades hondureñas, pues éste tiene pendientes órdenes de captura acusado de varios delitos políticos y comunes. Una irrupción en la legación de Brasil "nos traería aún mayores problemas", reconoció la vicecanciller de Micheletti, Martha Alvarado. El presidente de facto calificó de "correcto" que Lula le haya pedido a Zelaya que no dé argumentos para que la embajada sea invadida por las fuerzas de seguridad para detenerle.

Zelaya denunció que la Policía y el Ejército "están reprimiendo al pueblo hondureño" en los alrededores de la embajada y pidió a la población hondureña que acuda a la embajada "para hacerle frente a estos ataques". Además, pidió a Brasil "protección" aunque aseguró que no pretende pedir asilo político. Su canciller, Patricia Rodas, aseguró que el derrocado presidente llegó en son de paz y que ejercerá una resistencia "absolutamente pacífica".La UE urgió a ambos líderes hondureños "abstenerse de toda acción que pudiera incrementar la tensión".

Honduras amaneció ayer bajo un riguroso toque de queda vigente desde las 16 hora local del lunes (22.00 GMT) y hasta las 18 hora local (00.00 GMT).

Al menos una veintena de personas resultaron heridas y fueron atendidas en el estatal Hospital Escuela, según medios locales, mientras que la Policía confirmó la detención de otras 150, un centenar de ellas por violar el toque de queda y el resto por participar en disturbios después del desalojo en la embajada. Las autoridades no confirmaron si en los disturbios hubo muertos, como aseguran versiones de seguidores de Zelaya. Tras regresar por sorpresa al país, 86 días después de su derrocamiento, Zelaya permanece desde el lunes en el interior de la sede diplomática junto a varios familiares y seguidores suyos, así como periodistas de medios afines al defenestrado presidente. Decenas de policías, apoyados por militares, participaron en el desalojo, en el que los seguidores de Zelaya respondían con piedras.

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