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¡Al rico, ricooooooooo... álbum!

"¡¡¡Abueloooooooooooooo...!!!" de Carles Cano y Paco Giménez

Papá

Todas las noches , cuando estoy a punto de caer de la tabla de un barco pirata y ser devorado por los tiburones€

Cuando el séptimo de caballería nos tiene rodeados a mí y a toda mi tribu€

Cuando una legión de momias me persigue pirámide arriba y no tengo escapatoria€

Cuando por error me he metido en una reunión de monstruos y seres terroríficos que, incrédulos, me miran relamiéndose€

No sé cómo, pero consigo juntar las pocas fuerzas que me quedan y lanzar un potente grito€

Mamá

Como cada noche, mamá me lee un cuento y yo me quedo dormida.

Justo en el momento en que el lobo se me va a zampar.

O en el que la bruja nos ha atrapado a Hansel y a mí, y nos está metiendo en la olla para cocinarnos.

O cuando la malvada madrastra me ha enviado al bosque con un soldado que me arrancará el corazón.

O cuando el fiero dragón me ha raptado y me lleva a su cueva, de donde nunca más podré salir€

Abuelo

Mi abuelo y yo tenemos un secreto.

Aunque él no sabe que yo lo sé.

Antes de ir a dormir, mi abuelo me cuenta cuentos, pero siempre se equivoca.

Por ejemplo, comienza así:

-Había una vez una niña consu caperuza roja que iba sola por el bosque y se encontró con un dragón?

-¡Abuelooo?! -grito yo-. Se encontró con un lobo, no con un dragón.

-Ah, sí, con un lobo. Era un lobo que se zampaba a los cerdos de tres en tres?

-¡Abuelooo?! Ese era otro lobo y sólo se comió a dos.

-¡Es verdad! Porque se hizo amigo del tercero y se fueron juntos a buscar un tesoro.

-¡¡¡Abuelooo?!!!

Al final soy yo el que le cuenta la historia de Caperucita y la de los tres cerditos.

Abuela

Mi abuela es un poco lunática. Por eso mis padres casi nunca me dejan con ella. Pero el otro día se fueron de viaje y me quedé a dormir en su casa.

Una tormenta nos dejó sin luz. Estaba tan emocionada que no encontraba el momento de irme a dormir. Cuando a regañadientes me fui a la cama, no paraba de oír ruiditos extraños y misteriosos.

Mientras dormía, algo me hizo cosquillas en la nariz. Estiré la mano y agarré€

¡una cosa peluda! El corazón me iba a mil por hora; muerta de miedo, grité:

«¡¡¡Abuelaaa!!!», al tiempo que di un fuerte tirón y se oyó un terrible: «¡¡¡Auuuuuuu!!!»

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