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El trasvase de agua de Laguar a Calp ya es legal tras 30 años

La mancomunidad creada para aprovechar caudales del pozo Lucifer fija en 363.000 euros el canon

El trasvase de agua de Laguar a Calp ya es legal tras 30 añosinformación

El agua es un tesoro. Calp ha encontrado una mina. En realidad, ya hace tiempo, casi 30 años, que bebe de ella. Es el pozo Lucifer, que está en el Barranc de l'Infern, en el término municipal de la Vall de Laguar. Tras dar la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) luz verde al trasvase, ahora falta que la mancomunidad creada para gestionar el agua del pozo Lucifer eche a andar.

Además de por Calp y la Vall de Laguar, está integrada por Murla. Y ayer dio un paso definitivo. Celebró en el salón de plenos de Calp una sesión ordinaria en la que sentó las bases de su funcionamiento y fijó en 363.168 euros el canon aunual que abonará al Ayuntamiento de la Vall de Laguar por la cesión de los caudales de agua. La proporción en el pago del canon va en función del volumen suministrado. Es evidente que Calp se llevará la parte del león. Además, la empresa mixta Aguas de Calpe gestionará las instalaciones de la mancomunidad.

Al mismo tiempo, ayer se aprobó la aceptación de la cesión del pozo Lucifer, otro trámite que, aunque un punto burocrático, es imprescindible para que el trasvase cumpla la legalidad.

Otra cuestión importante es la de conectar la red de Murla al trasvase. Hasta ahora se da la contradicción de que este municipio sufre los estragos de la sequía y, sin embargo, ve pasar el agua por la puerta de su casa. Ese agua es la del trasvase que baja desde Laguar a Calp. Ahora Murla podrá disponer de unos caudales que aliviarán su déficit de recursos hídricos.

El alcalde calpino, César Sánchez, subrayó ayer que la puesta en marcha de la mancomunidad «garantiza de manera definitiva el abastecimiento de los tres municipios».

El trasvase no es de hace dos días. Calp lleva casi 30 años bebiendo agua del pozo Lucifer. De lo contrario, hubiera sufrido, en épocas de sequía como la actual, importantes restricciones. Pero esa cesión de caudales no se ha legalizado hasta ahora. Así, el abastecimiento del turístico municipio del Penyal d'Ifac no pende de un hilo.

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