Los microplásticos, que ya invaden los ámbitos más insospechados (incluyendo el torrente sanguíneo de las personas), han sido descubiertos ahora por primera vez en las hojas de las plantas. ¿Cómo han llegado allí? Todo indica que ha sido a través del agua, lo que evidenciaría que los restos plásticos están presentes flotando en la atmósfera.

Investigadores de la Universidad de Presov, en Eslovaquia, se encontraban estudiando los organismos que viven en pequeñas acumulaciones de agua que se forman en las axilas de las hojas de cardo cuando descubrieron que, aparte de dichos organismos, esa agua contenía también pequeños fragmentos de plástico.

Las plantas del género Dipsacus tienen hojas opuestas que crecen en el tallo una encima de otra, a diferentes niveles. Allí donde la hoja se une al tallo presentan una especie de copa, llamada telmata, que termina recogiendo agua de lluvia. Esos pequeños depósitos “son un microcosmos acuático relativamente común, pero que a menudo se suele pasar por alto” en las investigaciones, señalaron los autores del estudio.

Depósitos acuáticos donde se han hallado los microplásticos BioRisk

Para su sorpresa, en dichas telmatas, encontraron fragmentos y fibras de diferentes colores, algunos de hasta 2,4 milímetros de longitud, que terminaron siendo identificados como microplásticos.

Los investigadores se preguntaron cómo era posible que esa agua se hubiera contaminado de plástico, dado que su antigüedad era muy corta. Dado que no encontraron otras fuentes de contaminantes en el área estudiada, concluyeron que lo más probable es que los fragmentos y fibras detectados procedan de una atmósfera contaminada, según señalan en el artículo publicado en la revista BioRisk.

Otra teoría consiste en que los caracoles pueden haber transportado dichos fragmentos desde el suelo o desde otras plantas.

“El primer hallazgo de microplásticos en pequeños depósitos de agua creados recientemente por plantas es una prueba más de que la contaminación de este tipo se propaga a través de varias vías y probablemente ningún entorno de la Tierra sea seguro, lo que, evidentemente, hace que nuestro descubrimiento sea bastante desalentador”, señalaron Katarína Fogašová, Peter Manko y Jozef Obona de la Universidad de Prešov.

El aire habría transportado los microplásticos hasta las plantas BioRisk

La planta que ha servido para hacer este hallazgo, la Cardencha fitotelmata, podría servir a partir de ahora como un ‘detector’ natural de la cantidad de microplásticos en un determinado ecosistema.

Estos residuos, a menudo microscópicos, han sido ya descubiertos en multitud de elementos, empezando por el agua mineral, la sal de mesa y otros alimentos de consumo habitual. De hecho, los científicos ya han confirmado la existencia de plástico en el interior de la sangre, los pulmones y otros órganos internos del ser humano.

Estudio de referencia: https://biorisk.pensoft.net/article/87433/

......

Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es