Los biocombustibles elaborados a partir de desechos van abriéndose paso lentamente como alternativa a los combustibles fósiles. La aviación, uno de los grandes contaminantes, es uno de sus mercados predilectos. Huesos de aceituna, aceites usados y otros desechos vegetales servirán de biocombustible para más de 200 aviones que volarán durante esta semana desde el aeropuerto de Sevilla, una iniciativa que evitará la emisión de más de 200 toneladas de CO2 a la atmósfera.

La compañía Cepsa presentó este viernes en la terminal sevillana una iniciativa que se llevará a cabo en los vuelos de seis aerolíneas, que contarán con un 4,5% de Combustible Sostenible de Aviación (SAF) en sus depósitos, superando el objetivo del 2% que establece la Unión Europea para 2025.

El director de Aviación y Asfaltos de Cepsa, Tobi Pardo, en declaraciones a Efe, ha señalado que, además de huesos de aceituna, para elaborar este biocombustible se utilizan "aceites usados y otros desechos" y ha añadido que están explorando nuevos materiales, como maderas podridas y, "en general, cualquier desecho". De este modo, se evita consumir materia vegetal expresamente plantada para ello, con los consiguientes impactos que ello tendría.

Carlos Barrasa, director comercial y de energías limpias de Cepsa, ha explicado que esta iniciativa tendrá "un papel importante en la transición ecológica" y ha subrayado que es "una oportunidad de ilustrar lo que significan estos nuevos combustibles, que generan riqueza en la sociedad".

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Barrasa ha manifestado que si se logra movilizar toda la biomasa que hay en Andalucía, se puede llegar a cubrir el 10 % de la demanda actual. El potencial existente, por tanto, es lo suficientemente importante como para explotarlo adecuadamente.

Cepsa produce este biocombustible en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de huesos de aceituna y otros residuos vegetales del sector de la oliva en España y será suministrado por Exolum, empresa española dedicada al tratamiento y almacenamiento de productos petrolíferos.

Aún es más caro que el combustible ordinario

Sin embargo, todavía hay retos que superar para popularizar este tipo de biocombustible. El coste del metro cúbico actualmente, según ha dicho a Efe Tobi Pardo, es aún "dos o tres veces más caro" que el combustible de turbina de aviación (JET) que se utiliza habitualmente en aviones, aunque ha señalado que el coste se abaratará cuando se implante la producción en serie.

La compañía Cepsa va a producir en su planta de Huelva 2,5 millones de toneladas de biocombustibles, de las cuales, "800.000 toneladas serán específicamente combustible sostenible de aviación".

Gracias a este proyecto piloto, se suministrará biocombustible a las aerolíneas participanes para cubrir en torno a 400.000 kilómetros, en lo que se estima que sean unas 400 o 500 horas de vuelo.

La presentación contó con la presencia del alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, y el consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela, así como con representantes de Cepsa y de las aerolíneas participantes.

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