El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha asegurado este martes que los presos soberanistas están "indignadísimos" por la sentencia del Tribunal Supremo que los condena a penas de entre 9 y 13 años de cárcel, pero que están honrados por las movilizaciones que ha habido contra el fallo.

Lo ha dicho en declaraciones a los medios tras visitar a Oriol Junqueras, Jordi Cuixart, Raül Romeva, Jordi Sànchez, Joaquim Forn, Josep Rull y Jordi Turull en la cárcel de Lledoners (Barcelona).

Torra ha afirmado que los presos se han indignado todavía más al haber leído la sentencia porque han comprobado que la "sentencia estaba redactada y dictada", y que, según él, se ha plasmado la acusación de la Fiscalía.

Sin embargo, ha destacado que los dirigentes independentistas en prisión le han trasladado que están orgullosos y honrados por "las masivas concentraciones de rechazo a las sentencias", que cree que fueron pacíficas.

Además, los presos le han pedido transmitir un llamamiento a participar "masivamente" en las Marxes per la Llibertat -las marchas de tres días desde cinco puntos diferentes que convocan la ANC y Òmnium- que comienzan este miércoles.

El presidente ha destacado que el Govern se reafirma y se hace suyos "los puntos y luchas" por los que cree que los exconsellers han sido condenados.

"Queremos reafirmarnos en sus compromisos exactamente allí donde ellos lo llevaron. En el ejercicio del derecho a la autodeterminación y de los derechos civiles, sociales y políticos que nuestro pueblo merece", ha concluido.

El Govern simpatiza con la protesta del Prat pero justifica las cargas

Mientras, la consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha expresado este martes que "comparte" las protestas en El Prat pero a la vez, en una reconocida "contradicción", ha justificado las cargas de los Mossos d'Esquadra frente a las críticas, algunas incluso procedentes de ERC.

Budó ha tratado de hacer equilibrios entre las simpatías por las movilizaciones contra la sentencia -incluida la de El Prat- y la garantía de la seguridad pública.

Por un lado, ha afirmado que el Govern "comparte la rabia de la gente" ante la sentencia del 'procés' y "comparte" que los ciudadanos expresaran su "solidaridad y empatía" con manifestaciones de forma "pacífica y cívica", pero también con "acciones contundentes como es el colapso de una infraestructura tan importante como el Aeropuerto de El Prat".

Pero ha remarcado que el Govern -que asegura que no conocía los planes de la plataforma Tsunami Democràtic, convocante de la protesta- también debe actuar para garantizar la seguridad y el "normal funcionamiento" de las infraestructuras, y esto acarrea a veces "contradicciones difíciles de resolver".

Budó ha indicado que el dispositivo policial del pasado lunes iba dirigido a proteger no solo a los usuarios del Aeropuerto de Barcelona sino también a los manifestantes.

Y lo ha justificado porque, de romperse el cordón policial, los concentrados podrían haber invadido las pistas de aterrizaje, acto por el que "te pueden acusar de delitos tan graves como la sedición", ha afirmado.

En todo caso, Budó ha puntualizado que hubo 220 concentraciones en Cataluña que "muy mayoritariamente" fueron pacíficas y que hubo acciones "puntuales" no cívicas que no comparte y ante las que tuvo que actuar la policía autonómica.

Frente a las críticas sobre la actuación policial, la consellera ha precisado que se revisarán las imágenes conflictivas de las acciones de los Mossos d'Esquadra, antes de pronunciarse sobre las mismas.

Las lluvia de críticas a las cargas policiales no solo han venido de las filas de los comunes, que han pedido directamente la dimisión del conseller del Interior, Miquel Buch (JxCat), sino también desde los socios de ERC, pues su candidato al 10N Gabriel Rufián ha pedido "explicaciones ya" a su Govern.