IU

Alberto Garzón renuncia a incorporarse a la consultora de Pepe Blanco tras las críticas por su fichaje

El ex coordinador federal de IU defiende que renuncia para no perjudicar a la militancia de su partido y carga contra la "izquierda prejuiciosa e inquisitorial"

Revela que distintos dirigentes políticos de su espacio le trasladaron que su incorporación "afectaría negativamente"

El exministro de Consumo, Alberto Garzón, interviene despidiéndose de la formación ya que abandona la primera línea política, durante una reunión de la Coordinadora Federal de IU, en el Espacio Ecooo, a 1 de diciembre de 2023, en Madri

El exministro de Consumo, Alberto Garzón, interviene despidiéndose de la formación ya que abandona la primera línea política, durante una reunión de la Coordinadora Federal de IU, en el Espacio Ecooo, a 1 de diciembre de 2023, en Madri / Alberto Ortega - Europa Press - Archivo

Ana Cabanillas

Ana Cabanillas

El exministro de Consumo Alberto Garzón renuncia a incorporarse a su puesto de trabajo en Acento, la consultora de asuntos públicos del exministro socialista Pepe Blanco, después de las críticas recibidas en las últimas horas por el anuncio de su fichaje.

El que fuera líder de Izquierda Unida, que anunció su salida de la política institucional hace unos meses, ha anunciado su decisión a través de la red social Twitter, donde asegura que su decisión va encaminada a no perjudicar a la militancia de su partido, que aún no ha escogido a su sucesor en el cargo. No ha dudado tampoco en cargar contra la "izquierda inquisitorial" y ha criticado que "las dinámicas tóxicas que nunca compartí todavía me persiguen incluso ahora que estoy fuera de la política".

ADVERTENCIAS DE DIRIGENTES

"Tras la incomprensión suscitada en el espacio político, y con la intención expresa de no dañar a las organizaciones a las que tanto tiempo y energía he dedicado de mi vida, anuncio mi renuncia a incorporarme como tenía previsto", ha anunciado en redes el exministro, que acompaña el mensaje de una carta.

En la misiva, Garzón admite que la noticia de su fichaje, que se dio a conocer este martes cuando no estaba todavía cerrado, despertó "revuelo" no sólo en IU, sino también en Podemos y en Sumar. El exlíder de IU relata que dirigentes de estas formaciones le trasladaron que su decisión "afectaría negativamente" a estos partidos. "Ante esta incomprensión", añade, "y antes de llegar al punto en que pueda hacer daño al espacio político por el que tanto he trabajado, anuncio que he renunciado a incorporarme a ACENTO tal y como tenía previsto".

"DINÁMICAS TÓXICAS"

El exministro tenía previsto asumir el área de Dirección de Prospectiva Geopolítica en la consultora de asuntos públicos Acento, fundada por el socialista Pepe Blanco y el popular Alfonso Alonso, y encaminada a asesorar a empresas para aumentar sus influencias en las instituciones públicas. Una suerte de lobby legislativo en el que Garzón, según defiende en su carga, podía ejercer la labor a la que decidió dedicarse en su salida de la política: "La lucha por el sistema ecosocialista desde diferentes espacios". Una labor en la que entraba la "asesoría en materias de las que tengo conocimientos socialista". Así, se justifica en que desde Acento podría "asesorar a entidades de la sociedad civil en materias como la ecología, la economía los retos del futuro y el análisis político y legislativo".

Garzón defiende que siempre ha "antepuesto el interés colectivo" al personal, pero llama a una "reflexión" en la izquierda "sobre cómo se trata" a quien "dedica su tiempo, sus energías y su vida a proyectos colectivos". "Si algo he aprendido es que la política es una trituradora de personas".

En este punto, Alberto Garzón aprovecha para cargar contra su antiguo espacio, asegurando que "la izquierda en la que creo es menos prejuiciosa e inquisitorial", con una "concepción de la política donde lo importante no es el lucimiento personal en términos de pureza izquierdista, sino de tener más influencia en todos los espacios posibles".

El exministro admite "frustración" -"así es como me siento"- y se duele de que "después de tantos años dejándome la salud por el proyecto colectivo y empleando tantas horas agotadoras en disputas internas, sienta que las dinámicas tóxicas que nunca compartí todavía me persiguen incluso ahora que estoy fuera de la política". "Pero este es el estado político emocional en el que se encuentra la izquierda", zanja el dirigente, que pasa a pedir disculpas "si he contribuido de alguna u otra manera a alimentar el malestar colectivo".

IGLESIAS LIDERA LAS CRÍTICAS

La noticia del fichaje de Garzón por Acento generó sorpresa en amplios sectores de la izquierda, aunque las críticas más furibundas llegaron del exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, que empleó su plataforma de contenido para cargar contra su antiguo compañero de Gobierno. En un artículo, Iglesias le acusaba de falta de "decoro".

"Entiendo que hay que ganarse la vida y más cuando se tienen hijos y sé que no es nada fácil hacerlo si has ocupado cargos políticos, eres de izquierdas y no eres funcionario. Pero creo que, los que hemos representado a partidos de izquierdas, tenemos obligaciones de decoro", señala el exdirigente, que dirige ahora una empresa de difusión y que aprovecha también para recordar la "humillación" que sufrió por la compra del chalet de Galapagar.

"Viví la humillación de que los medios convirtieran en un asunto de máxima atención mediática que me comprara con mi pareja, mediante una hipoteca de 30 años, una casa con jardín y piscina. Fue humillante recibir las críticas de mucha gente de izquierdas y de mi propio partido hasta el punto de sentirme obligado a hacer un referéndum absurdo", destacaba en el artículo de opinión, donde insta a Alberto Garzón a ser profesor universitario, un puesto para el que cuestiona abiertamente sus posibilidades académicas por sus méritos, que Iglesias considera escasos en comparación con los suyos propios.

"Ni con un doctorado le hubiera sido fácil a Alberto ganar una plaza universitaria. Con dos licenciaturas, un doctorado en políticas, dos títulos de máster en otras especialidades, con muchas publicaciones, acreditado como contratado doctor desde hace más de 10 años y con una experiencia política profesional notable, no me fue nada sencillo ganar una plaza de simple asociado. Pero creo que Garzón habría conseguido ser profesor de economía tarde o temprano en una universidad española. No solo se lo merecía él, se lo merecía también la militancia de su partido".