oy es San Valentín. Durante todo el día y coincidiendo con el fin de semana, las celebraciones del amor verdadero cobran un merecido y anual protagonismo. La unión del amor y la gastronomía es un hecho que solemos disfrutar prácticamente todo el año ya que no hay actos de amor más puros que cocinar, preparar una sorpresa en forma de plato, o simplemente sorprender al corazón ajeno con una agradable cena o comida romántica.

Hoy, mañana o pasado, olvidaremos un poco las rutinas amatorias y nos concentraremos en expresar todo nuestro amor en forma de sabrosas propuestas gastronómicas con las que compartir toda nuestra alegría de estar enamorados y todo nuestro amor.

Un clásico que nunca falla es la elección de un bonito y acogedor restaurante con encanto.

Uno de esos donde la iluminación es tenue, donde la música es agradable y donde sus platos son capaces de evocarnos paz y equilibrio, ingredientes básicos del amor. En la provincia de Alicante los hay, y muy buenos. Durante todo este fin de semana son innumerables las propuestas que nos ofrecen nuestros restauradores. Desde el más chiquitín hasta el más grande, los restaurantes alicantinos van a derrochar estos días grandes dosis de imaginación, de creatividad, de innovación y de sus mejores pasiones gastronómicas para compartir con todos nosotros.

Pero además de estos buenos establecimientos de hostelería, también la hotelería celebra San Valentín con sugerentes estancias en nuestros hoteles de costa, en los de interior o en las innumerables casitas rurales u hoteles con encanto de todas nuestras comarcas. Un gran fin de semana en el que poder conocer nuestras comarcas de una manera más relajada y aprovechar para poder descubrir esos establecimientos de restauración que no podemos visitar con el quehacer diario.

Y prácticamente al alcance de todos, tenemos la posibilidad de recorrer nuestros valles de interior y nuestras montañas con el inmejorable paisaje nevado de flores de nuestros almendros. Almendros en flor y una amorosa cesta de picnic bien surtida serán nuestros perfectos aliados para contemplar un bello atardecer alicantino. Algo sencillo: un buen vino de Alicante, algo de salazón, unos buenos tomates de Mutxamel, unas almendras marconas, un poco de embutido de Pinoso, unas quisquillas hervidas de Santa Pola, un manojo de habas y unos dulces bombones de Torreblanca.

También son varios los pueblos de nuestra provincia que celebran jornadas gastronómicas, otra perfecta excusa para amar, comer y beber. Casi nada. Pero el amor también se bebe y se disfruta. Varias bodegas de nuestra denominación de origen que ofrecen este fin de semana diferentes actividades con las que conocer mejor el mundo de la viticultura provincial en unas agradables y didácticas jornadas en las que poder catar, degustar y aprender con sus mejores vinos, en un día para compartir con la mujer o el hombre de nuestros pensamientos.

Y si de amor y gastronomía hablamos, no podemos olvidar algunos de nuestros mejores productos alicantinos que combinan a la perfección el amor y la mejor gastronomía. Qué decir del chocolate, de los pasteles, de los dulces tradicionales elaborados expresamente para esta ocasión por nuestros grandes pasteleros. Un regalo perfecto en forma de corazón para disfrutar y compartir, Y otros productos excelsos y con un toque afrodisiaco como la Gamba Roja de Dénia, el langostino de Guardamar, las ostras de Santa Pola o las Cerezas de nuestras montañas. Una gran y amorosa despensa alicantina.

San Valentín, gastronomía y amor unidos en un gran fin de semana que tenemos que hacer que dure todo el año. A disfrutar y a amar.