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Estreno en Movistar Plus+

Hablan los directores de 'Galgos': ¿La 'Succession' española? También había sagas familiares en 'Cien años de soledad' y 'Los Picapiedra'"

El ‘casting’ ya estaba cerrado cuando ellos entraron en el proyecto, pero no pueden estar más orgullosos del elenco, en el que figuran tres actores con Goya, como Adriana Ozores (por 'La hora de los valientes'), el actor argentino Oscar Martínez (por 'El ciudadano ilustre'), Patricia López Arnaiz (por 'Ane'), además de Luis Bermejo (nominado por 'Magical Girl'), Marcel Borràs, María Pedraza y Jorge Usón, entre otros

Una imagen de la serie Galgos, con Adriana Ozores (Carmina), en el centro. CAPTURA

Félix Viscarret ('Una vida no tan simple', 'Patria') y Nely Reguera ('María y los demás'), les llegaron los guiones de la serie ‘Galgos’ ya escritos, pero enseguida les atrapó ese retrato de una empresa familiar con esas dinámicas; unos personajes tan llenos de matices, de contradicciones, de aristas... y un carácter que la hacía tan cercana. Por eso defienden que la ficción de Movistar Plus+, que estrena este jueves, 18, es más que una ‘Succession’ española, ya que es un retrato de una empresa ibérica, de la que todos conocemos casos concretos, con el que se escarba en la naturaleza de las relaciones de una empresa familiar, que no suelen superar la tercera generación.

“Nos interesa cómo te relacionas con tu madre cuando también es tu jefa, cuando la bronca que te está echando tu madre te la está echando tu jefa, que si rechazas ir a una comida familiar se lo estás diciendo a tu jefa”, razona Viscarret. “Ese vínculo es muy ibérico, muy nuestro y por tanto la diferencia de cualquier otra producción. También había sagas familiares en ‘Cien años de soledad’, y no nos comparan, y en ‘Los Picapiedra’. Hay muchos relatos sobre la familia antes y después, pero este es el nuestro, y quienes vean los seis episodios verán la personalidad e idiosincrasia de la familia Somarriba", sostiene.

Ritmo ágil e ironía

Y entre esos relatos familiares, suele haber espacio para el culebrón, subgénero que sortea ‘Galgos’ con su ritmo ágil. “Eso ya estaba en los guiones", apunta Reguera. “Es una familia que se pasa la serie luchando por tratar de superar los acontecimientos, por tratar de sobrevivir a lo que les está ocurriendo como empresa, por lo que los ves en una vorágine constante”, detalla la directora. Y querían ser fieles a eso a la hora de la puesta en escena: cómo les seguían, cómo iban con ellos, no solo en el rodaje, sino también en el montaje, cómo uno entra prácticamente a la mitad de la escena. “Esa idea de inmediares, de no perderte en posibles introducciones o presentaciones y estar en constante movimiento respondía a retratar el momento de los personajes”, prosigue. 

Se trataba de rodar las escenas desde el punto de vista del protagonista de esa escena, más su reacción que lo que estaba ocurriendo. "Estar cerca, pero sin estarlo excesivamente, para que tampoco fuera algo muy dramático que estamos constantemente encima de ellos, sino que hubiera cierta distancia para permitir que esa ironía, esa sutileza, ese humor que está latente, estuviera presente, pero, a la vez, empatizando con ellos”. El elenco de lujo no podía permitir que fuera de otra manera. “Había que darles la máxima libertad posible, permitiéndoles moverse y que fuera la cámara la que se adaptara a sus movimientos”, precisa Reguera.

Elenco de lujo

El ‘casting’ ya estaba cerrado cuando ellos entraron en el proyecto, pero no pueden estar más orgullosos del elenco, en el que figuran tres actores con Goya, como Adriana Ozores (por 'La hora de los valientes'), el actor argentino Oscar Martínez (por 'El ciudadano ilustre'), Patricia López Arnaiz (por 'Ane'), además de Luis Bermejo (nominado por 'Magical Girl'), Marcel Borràs, María Pedraza y Jorge Usón, entre otros. “Para nosotros era como un valor añadido. ¿Me estás diciendo que estos guiones con estos personajazos y estos diálogos tan divertidos van a estar interpretados por actores del nivel de Ozores, López Arnaiz y Martínez? Era un lujo y eso hacía imposible no tener ganas de saltar a esta aventura”, rememora Viscarret. Por eso aparcó unas vacaciones familiares tras acabar ‘Una vida no tan simple’ y Reguera no paró tras ‘La voluntaria’.

Adriana Ozores yPatricia López Arnaiz son madre e hija en 'Galgos'. MOVISTAR PLUS+

La directora, que muestra en ‘María (y los demás)’ y ‘La voluntaria’ dos personajes femeninos de peso, valora las potentes mujeres de ‘Galgos’. Le gusta que se haga un retrato en general de todos, pero en concreto, tanto de Carmina como de Blanca, su hija, que no es un personaje al uso. “Muestra a las dos con sus contradicciones. En el caso de Blanca, que es una mujer que adora su trabajo y la empresa, pero no ir al parque con su hijo, me gusta cómo la retrata, sin ánimo de dar ningún discurso, sino más bien mostrando las dudas, contradicciones e incluso cierta culpa que eso le genera al personaje", cuenta.

"Y en el caso de Carmina", prosigue, "me gusta ver cómo ella trata de conciliar de alguna manera; seguir siendo la madre, la pareja, con, de pronto, ser también la presidenta. Y cómo todo cambia”. Eso es algo que les agrada especialmente de la serie: al cambiar ella su posicionamiento, inevitablemente se modifican las relaciones con el resto de familiares. 

Sin buenos ni malos

El hecho de que no fuera una historia de buenos o malos era parte del atractivo de la historia. “No eran unos guiones de blanco o negro, sino que te mostraban unos personajes muy humanos, muy complejos, con muchos matices, con muchas contradicciones... A lo mejor uno es más clasista o menos, o puede en cierto momento de crisis tener una actitud más desdeñable, pero esa misma persona a la vez puede ser muy empática, cariñosa o generosa con otra. Esa dualidad que existe en la vida real”, asegura la directora.

Una imagen de la serie 'Galgos'. MOVISTAR PLUS+

También la ironía que destilan los diálogos les parece un valor a tener en cuenta. “Ese tipo de humor es divertido. Ya leyendo los guiones nos reíamos con determinadas salidas de Gonzalo y de Julián. Nos pareció un contrapunto vital y troncal de la historia que había que medir para que fuera naturalista, que no fuera exagerado”, confiesa Viscarret. Era importante no caer en el estereotipo, pero ese elemento de humor o comicidad debía estar presente. “Había que cuidarlo, mimarlo, porque era el elemento que hacía la serie tan divertida”, pese al drama que viven los Somarriba. El punto dulce. Como sus galletas.

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