No me lo podía creer. En cierta ocasión, salía de la pastelería con mis manos ocupadas por una gran tarta y varias bandejas de bocadillos, cobijando, además, entre mis faldas, a un grupo de chavales que acababa de recoger del colegio para celebrar en casa el cumpleaños de mi hijo con sus amiguitos. Había dejado el coche en "carga y descarga" sólo el tiempo de recoger mi encargo. Al salir: ¡sorpresa! El coche no estaba por ningún lado. Con las bandejas entre mis manos y los niños bajo mi amparo, me dirigíÉ ¿a dónde?... Pregunté al guardia más cercano. ¿Un taxi para recoger mi coche- dice usted?... El móvil no existía y pasé toda la tarde angustiada intentando distribuir a los niños mientras iba en busca de mi vehículo. Pero eso fue hace unos años. Ahora mismo, apenas unos días, cargada hasta los topes con la compra realizada en las tiendas del "centro", según las recomendaciones de nuestro Ayuntamiento y Asociaciones de Comerciantes, dejo mi coche por un momento en carga y descarga y ¿por qué no?... estoy "trabajando", no molesta y hay mucho espacioÉ Vuelvo después de un minuto, yÉ sorpresa otra vez.

Parece que los guardias estén siempre vigilando al inocente. Llamo a un taxi porque el móvil ya existe. Voy al parque de la grúa municipal cargadísima con mi compra, y después de pagar la multa, otro guardía me espera a la salida y me detiene el paso. ¿Qué he hecho esta vez?... -Tome- se dirige a mí, acercándome a la ventanilla un gran bote de tomate triturado. -¿Es suyo?- ¡Vaya si lo era!... mis paquetes dieron los tumbos necesarios para perderlos poco a poco, por el caminoÉ En otra ocasión, un policía me sorprendió con un gran microondas entre mis brazos al que me disponía a llevar al taller (naturalmente no podía hacerlo si no utilizaba la zona más próxima). ¡Señora!.. ¡esto es carga y descarga!.. me dijo. -¿Y le parece que yo no la llevo?- le respondíÉQuizás esto que cuento son ya anécdotas para el recuerdo, pero siguen siendo motivo de preocupación.

Desde aquí, me atrevería a sugerir al Ayuntamiento la posibilidad de expedir un permiso concreto para poder utilizar, en ocasiones especiales, estos "reservados" para las mujeres. ¿Sería complicado, tal vez, por el abuso inadecuado al respecto?... No lo creo; bastaría con algo tan sencillo como llevar un distintivo específico a la hora de hacer la compra, trasportar a los niños al colegio, cargar con los trastos que conlleva la mudanza en el verano (trabajo que corresponde siempre a una mujer), hacer llegar a casa la ropa inmaculada y planchada desde la tintorería, o acompañar al abuelo a los análisis de turno, al cual hay que recoger y luego retornar al mismo pie de su domicilio, haciendo las funciones de "ambulancia". Todos estos momentos -no nos engañemos- suponen una forma de trabajo para las féminas, puesto que el coche de las mujeres por lo general suele ser un poco la "furgoneta" de la casa; y, por esta razón, yo pido para mi "furgoneta" un permiso que iguale a los empleados que realizan el trabajo de "carga y descarga" para las tiendas. Alguien estará de acuerdo.