Esta semana me ha dado por atender los informativos de Telemadrid. ¿Cómo sería tratado en sus sumarios el varapalo de la justicia contra los planes privatizadores de la sanidad madrileña y las deserciones de Mayor Oreja y Vidal Quadras? Atendí especialmente a ese informativo de autor que es el Diario de la noche de Ana Samboal, y la verdad es que cualquier previsión se me quedó corta. Samboal, una mujer firme, marcó territorio. Y se defendió atacando. Más allá de lo anecdótico (situar como imagen del día durante la jornada negra de la dimisión de Lassquetty el hecho de que en la Puerta del Sol se hubiese colocado un banco a prueba de viandantes), las posiciones de los informadores de Telemadrid fueron rotundas. Ana Samboal señaló hacia Andalucía y Cataluña, y hacia las listas de espera de sus hospitales. Los reporteros, raudos, se pusieron al servicio de la causa. Y uno comentó a pie de Hospital Virgen Macarena los desastres que se vivían en los pasillos de este centro público. Mientras la otra, a las puertas de un centro privatizado de Sabadell, cantó las excelencias de su servicio. Todos los usuarios consultados junto al centro hospitalario sevillano echaron pestes contra el sistema. A la par que todos aquellos a los que se pidió opinión en el vestíbulo del hospital privatizado catalán relataron su alto nivel de satisfacción. Sin excepciones ni matices. Cerrando filas. Y así desde la primera hasta la última de la noticias de la escaleta. Telemadrid milita, sin ningún pudor, en las filas del Partido Popular. En cada pieza y en cada entradilla. Desde el sumario hasta el cierre. Su relato informativo está situado a las antípodas de lo que nos cuentan otros, como La Sexta. Cabría preguntarse si esta es la televisión pública desideologizada y plural que nos prometieron.
