Estas cosas siempre son delicadas y además se pueden malinterpretar.

La marca turística de la ciudad es algo que debe ser consensuado, no es cosa de jurados ni de caprichos de dirigentes. Se trata de cómo van a ver nuestro nombre en el mundo, lo que acompañará nuestra comunicación, lo que queremos decirle a la gente para que comparta con nosotros su tiempo libre, sus vacaciones, su dinero. Lo que hace que vengan aquí en lugar de a cualquier otro lugar.

La marca de un lugar tan sentido y vivido para todos debe ser consensuada. Se hizo así con la «A» que acompañó a «Ven cuando quieras» en la marca que tuvo Alicante durante 19 añazos. Participó el sector, el mítico club del huevo frito, se registró y sus campañas fueron premiadas en todo el mundo.

Luego una noche de un día, sin más, salió una nueva marca con difícil lectura que ha ido acompañando los últimos años nuestras acciones promocionales. Como experto en estas cosas digo, sin dudas, que se cambió caprichosamente y claramente a peor, pero en esos momentos el ordeno y mando era la tónica habitual en el consistorio.

Ahora se ha hecho, con un jurado y abierto a todos, una nueva. Me gustaría que hubiera sido para diseñadores y agencias locales, por aquello de que fuera cosa de alicantinos, pero bueno. Lo del jurado ya he dicho que no es lo más adecuado, creo que la marca necesita un debate mayor.

Ahora salen voces de coincidencia con otros destinos, que si promocionamos el Gran Sol y el Carlton, que si somos edificios en la orilla de la playa.

Verdaderamente las tendencias de destinos tan variados como el nuestro van, en todo el mundo, por apuestas más coloristas y alegres. Brasil, con las olimpiadas de Río y su marca colorista, abrió tendencia. También se llevan imágenes corporativas superelaboradas como la de la ciudad de Oporto (Porto). Les invito a verla en internet, es una maravilla de diseño y un prodigio de aplicaciones a todas las posibilidades que puede ofrecer una ciudad. Este objetivo es primordial ya que una ciudad que quiere ser turística debe llevar su marca a todo lo posible.

Eso echo de menos en la nueva marca de Alicante, volver a pensar en pequeño, volver a dedicar pocos recursos, volver a crear algo efímero, volver al corto plazo.

Vean lo de Oporto por favor, o pregunten a expertos -que en Alicante los hay y muy buenos-. El diseño de empresas alicantinas está en todo el mundo, por algo será.

Aquí tenemos diseñadores como Pablo, Omar, Sabina, Araceli, Lydia, Daniel, y tantos otros premiados local, nacional e internacionalmente y empresas muy capaces de hacer un gran trabajo.

Lo tienen muy cerca.