El PP ha logrado que hablar del edil de Empresa y Empleo se convierta en algo tedioso y aburrido. En este país, donde no dimite nadie ¿por qué lo iba a hacer Luis Ángel Mateo, que sólo ha cometido un pequeño «error»? Total votar a favor en dos plenos de la urbanización de un sector de Peña de las Águilas, donde su familia tiene intereses, es absolutamente legítimo, tal y como certifican dos informes hechos «a la carta» por un técnico municipal, con rúbrica incluida del secretario del Ayuntamiento. Para qué abrir más el melón de la crisis en un equipo de gobierno que agoniza desde el pasado junio, cuando se quedó en minoría. Además, Mercedes Alonso tampoco muestra una verdadera voluntad política en enmendar los presuntos fallos -que cualquier mente mínimamente racional identifica- que se hayan podido cometer en todo este farragoso asunto. Y la oposición, salvo honrosas excepciones, tampoco es que haya apretado los machos al equipo de Alonso. El principal partido, el PSOE de Rodes o González -tanto monta, monta tanto...-, sigue con su perfil bajo, creyendo que la fruta ya está madura y caerá por su propio peso en las próximas elecciones. Mal camino han elegido los socialistas, sobre todo cuando -no se olviden- quien ostenta el poder siempre parte con ventaja. Eso sí, han insinuado, pero sin profundizar, que Mateo ha podido aprovecharse de su cargo para beneficiar a su empresa al aumentar los contratos con la Administración. Se trata de mandar balones fuera, aparentar que hacen algo de cara a la galería, pero sin meter los pies en el agua, no vaya a ser que se mojen. A veces, la comodidad o la excesiva complacencia con uno mismo lleva al fracaso. Faltan sólo cinco meses.
