Mira que somos pesaditos en la denuncia del maltrato a esta provincia, pero no hay manera. Debemos hacer algo muy mal porque no hay forma de que se nos tome en serio independientemente de quién esté en el poder. El Gobierno de Madrid ningunea a la Comunidad Valenciana que, a su vez, ningunea a Alicante dándole menos de lo que le corresponde por su población y su aportación al PIB. Nada nuevo. Siempre cojos de infraestructuras, de dinero y de agua.
Protestar, se protesta. El presidente de la Cámara de Comercio, Juan Bautista Riera, ya enumeró en julio una larga lista de agravios a la provincia: desde la infrafinanciación, al retraso de infraestructuras básicas como el Corredor Mediterráneo o la conexión ferroviaria con el aeropuerto de El Altet. Ineca cifra la deuda histórica del Consell con Alicante en 267,6 millones de euros desde 2008, y, frente a los 185 euros per cápita de media en España en los Presupuestos Generales del Estado, a la Comunidad Valenciana le han correspondido menos de 119. Pero es que a Alicante sólo nos han tocado 108 euros. Lo mismo con el agua. No hay para trasvasar agua del Tajo desde mayo para Alicante pero sí para Madrid.
Y todo esto ¿por qué? No creo que seamos más tontos ni que le caigamos especialmente gordos a nadie. Quizá lo que necesitemos sea líderes, empresarios y políticos de peso que sepan hacerse oír y respetar en València y en Madrid para defender los intereses de esta provincia al margen de que estén en el gobierno o en la oposición. Entretanto, obviamente, ni agua.
